La misoginia y el sexo
La misoginia ocurre cuando en un núcleo social se maltrata y desprestigia a una mujer, tan sólo por pertenecer a su género sexual, creando que al hombre se le dé más poder y mucho mejor nivel social. La misoginia habita todavía muchos círculos sociales rurales de muchas culturas diferentes, así como el mundo laboral aunque se estén implantando muchos cambios…
En la misoginia, no hay un factor determinante al 100% de su creación, aunque sí influye el hecho de haber mantenido durante toda una vida un comportamiento machista en casa. A la hora de educar a unos niños pequeños y a las niñas se deben respetar los orígenes culturales, aunque siempre aportando en la mayoría de lo posible valores de respeto igualitarios, con esto quiero decir que es bueno que un niño aprenda a defenderse con las tareas del hogar igual que ellas, los tópicos de que un niño debe jugar con un camión y una niña con una muñeca han cambiado, y dentro de la libertad piensa: ¿por qué un niño no puede jugar a diseñar moda (por ejemplo) con muñecos y una niña jugar con un coche?
A la hora de hablar de la misoginia y el sexo es cuando descubrimos porque hace tanto mal al desarrollo de una sexualidad sana. Este padecimiento hace que todos aquellos hombres utilicen a la mujer para su beneficio, tomándola cuando deseen (sólo cuando quieren ellos) para después despreciarla. Las mujeres que viven este tipo de relaciones tormentosas normalmente desarrollan todo tipo de problemas sexuales, como la frigidez, la falta de lubricación natural, los desgarros, así como autoestima baja, depresión o incluso ansiedad crónica ante la idea de tener sexo y mantener una relación con su pareja.
Los hombres que son misóginos al extremo, llegan incluso a detestar las relaciones sexuales, pensando en que realizando eso sólo van a quedar impuros, abriéndose por lo tanto al celibato y a la no práctica total de sexo. Debes saber que siempre hay terapia para este tipo de dolencias, pero en el hombre machista es muy difícil de erradicar, porque piensa que es lo correcto. La erradicación de la misoginia, por lo tanto es importante desde la niñez. Muchas personas hablan de que machismo y misoginia no van de la mano, aunque son palabras no gemelas pero sí hermanas, en el sentido de que se parecen mucho a la hora de palparlas en la sociedad.
El hombre misógino además de querer hacer que la mujer quede en un nivel inferior siempre buscará ese control necesario de ella, evitando su crecimiento y también su expansión. Una mujer libre no es aceptable para este tipo de hombres y por ello ellos sólo deben ser los que tengan prioridad. Es por lo tanto un paso adelante del machismo, para explicarlo de una manera simple y sencilla. El control puede llegar a ser tanto que sus parejas tienden a verse asfixiadas todo el tiempo culpándose de aquello que está mal, creándose incluso nuevos pensamientos de culpabilidad por causas inexistentes, se vuelven por lo tanto más obsesivas y con tendencia a la depresión.
