Juegos sexuales: la enfermera erótica - Ayudamos a fortalecer el vínculo sentimental y disfrutar más la sexualidad. Betsy Reuss

Juegos sexuales: la enfermera erótica

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Saca a relucir tu ingenio: Juegos sexuales: la enfermera erótica

Muchos hombres se derriten por los juegos sexuales: la enfermera erótica.

Hoy te hablaré de lo que hacer en caso de que desees llevar a cabo tu fantasía.

Acerca del vestuario puedes innovar, ya que hay muchas maneras de crearlo.

Por ejemplo:

  • Puedes ponerte un conjunto de lencería transparente blanco y un batín corto blanco con ligeros
  • O un babydoll blanco con una visera de enfermera
  • O un batín con pezoneras de fantasías y un tanga

Hay complementos que podrás llevar y usar, como:

  • la gorrita de enfermera
  • bolis con plumilla para acariciar y libretas para anotar síntomas
  • medias de rejilla
  • ligeros
  • esposas de pelo
  • pequeños látigos para castigar (si no toman las “medicinas”)
  • gominolas de sabores que harán de “medicinas”
  • Aceites de masaje aroma rosa o jazmín
  • Body painting de chocolate
  • Hielos (cubitos)

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Juegos sexuales: la enfermera erótica

Hay muchas maneras de jugar a la enfermera erótica. Tu imaginación debe de ser de vital importancia para inventarte varias cosas.

Recuerda usar ocurrencias relacionadas con la “exploración” del cuerpo, de los “síntomas”,

Así como pedir al “paciente” que se coloque de una determinada manera, que tome su “medicina”

Cuanto más ingenio le eches más picante será y más deseo despertarás en él.

Te hablaré de unos cuantos ejemplos, para que te hagas una idea de lo que podrás hacer.

  • Átalo a la cama, ya que… podría tener que estar atado para evitar “ataques de locura”. Véndale también los ojos y haz que tome su “medicina” poniéndole la gominola en la boca. Haciendo que tenga que tomarla con la lengua. Dile si la gominola le gustó. Y haz que también tenga que lamer alguna zona de tu cuerpo como un pezón etc… Si lo hace bien, puedes pasar a otra actividad. Si no te gusta como lo hace, castígalo con la plumilla o el látigo. Haciéndole cosquillas en sus partes… más sensibles.
  • Buscando el placer con fantasías

  • Sin atarlo, pídele que se coloque en la postura que tú desees. Y dile que la vas a hacer una “exploración” Ponle lubricante o aceite, masajea las partes que más te gusten de su cuerpo… Puedes usar el sexo oral o la penetración como un “método de curación” siendo necesario que lo haga de la manera que tú le pidas. (Ya que eres la experta)
  • A veces su “medicina” también puede ser hacerte sexo oral, tú controlas lo que él puede hacer y lo que no. Buscando también un punto de tranquilidad en él, siendo el sumiso.
  • Puedes también cambiar el rol, teniendo que hacer él de paciente experimentado. Aquí, el se permitirá contradecir tus órdenes, teniendo tú dos opciones: o ser todavía más dura o hacer de becaria/aprendiza.

Como ves, hay muchas maneras de jugar siendo todas muy divertidas para ambos.

La creatividad será lo que os salve y también el no tener miedo a experimentar.

Las situaciones nuevas y las risas en el dormitorio, asi como la complicidad,

será una de las maneras de hacer que la pasión sea muy interesante.

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