El sexo también puede ser sorpresa
Cuando pensamos en “sorprender” a nuestra pareja, a nuestra mente llegan imágenes generalmente conservadoras: detalles, regalos deseados e inesperados, salidas al cine, comidas en restaurantes, viajes de fin de semana, entre otras alternativas populares y de uso frecuente por la mayoría. Pero darle una sorpresa sexual a nuestra pareja es otro tipo de detalle íntimo que éstas saben apreciar muy bien. En casa, fuera de ella, en situaciones públicas e inesperadas, el sexo y sus aliados son una manera divertida, picante y original para cambiar la rutina participar en experiencias que no olvidarás.
Invita a tu pareja a pasar una noche diferente en un hotel. Frecuentemente estos espacios cuentan con juguetes y accesorios eróticos que estimulan la imaginación de la pareja, lo que los convierte en espacios bastante divertidos para intimar. Muchas habitaciones cuentan con espejos colocados en lugares como el techo, para que siempre tengas una vista inesperada del acto con tu compañero o compañera.
Sáltate los horarios en el sexo. A veces se hace rutinario el sexo porque solo podemos dedicarle ciertas horas del día, o muy temprano, o muy tarde en la noche. Ataca esa costumbre y seduce a tu pareja a mitad del día, en pleno almuerzo, o en cualquier momento en el que no espere una insinuación de tu parte.
Aprovecha la estancia en lugares públicos o en situaciones expuestas. En el auto, estancados en el tráfico, en un bus en un viaje nocturno, en el cine, en casa de familiares o amigos, o quizás en medio de una cita de negocios. La adrenalina corre en situaciones donde corres el riesgo de ser descubierto, y ese ingrediente adicional hace que las experiencias sexuales sean muy emocionantes y placenteras.
A media noche, cuando estamos rendidos al mundo de los sueños y recuperándonos tras un día de trabajo, la mayoría no encuentra atractiva la idea de ser despertados de forma inesperada, a no ser que sea por algo que vale la pena. Hazle una sorpresa nocturna a tu chica o chico: despiértalo y muéstrate sin nada de ropa sobre tu cuerpo, o despiértalo con besos, caricias… incluso puedes intentar hacer que despierte mientras te dispones a darle sexo oral. Cualquiera de estas alternativas hará que se olvide del descanso por una noche, dedicándose ambos a estar despiertos hasta el amanecer.
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