Diferencias que importan
Los seres humanos se concentran más en señalar las diferencias que los puntos de encuentro, y como la mayoría de las cosas que nos hemos acostumbrado a hacer, damos más importancia a la primera por ser una tarea más simple. Sin embargo, a veces los pequeños detalles importan, y en el sexo eso se traduce en salvedades considerables entre el erotismo femenino y el masculino. Como tener en cuenta esos detalles hace la diferencia entre la pareja promedio y él o la amante ideal, en Sexxologa hemos preparado un pequeño listado para ti.
– La excitación: una de las diferencias más notables entre chicas y chicos en el sexo es el tiempo necesario para alcanzar su tope de excitación. En este apartado, los sentidos cobran su mayor importancia. Como los hombres dependen en mayor medida de la estimulación visual, una simple imagen puede permitirles sentirse muy excitados en cuestión de segundos, entre 10 y 25, para ser más exactos. En cambio, el período de excitación femenina es mucho más prolongado, requiriendo de la intervención de múltiples fuentes de estimulación, para alcanzar en clímax luego de 20 o 30 minutos.
– Cerrar los ojos durante un beso: todos cerramos los ojos al besar. Es un acto reflejo de nuestros ojos, que al ser incapaces de enfocar la mirada ante un objetivo tan cercano (el rostro de la persona que besamos) se cierran de forma automática como protección. El tener los ojos cerrados también nos permite sentirnos más cómodos y relajados en un momento tan íntimo como el beso, pero a veces nos entran ganas de abrirlos… por curiosidad. De hecho, solo el 30% de los hombres mantiene los ojos cerrados durante todo el beso, a diferencia de las chicas, que lo hacen el 97% de las veces.
– Orgasmo: sin dudas, el mayor placer que ofrece el sexo, un objetivo tan deseable como escurridizo, especialmente para muchas mujeres. Mientras algunas gozan de una facilidad envidiable, la mayoría requiere de un verdadero compromiso y de la ayuda de una pareja decidida y comprensiva para llegar al gran clímax sexual. Los chicos lo tienen fácil, pues en promedio solo requieren entre 5 y 7 minutos para alcanzar el orgasmo, pero una chica necesita de trabajo, ritmo y concentración por no menos de 15 minutos, en el mejor de los casos.
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