¿Cómo son los tratamientos de un adicto al sexo?
Los adictos al sexo tienen que pasar por un tratamiento de desintoxicación, para que se logre velar por la seguridad de sus mentes y sus acciones. En los casos más extremos, la adicción puede suponer una pérdida de trabajo, así como la ausencia de trato familiar, creando una rutina no válida para la vida sana de una persona.
Los tratamientos para adictos al sexo son muy variados y dependen de la gravedad y del tipo de adicción de las personas a tratar. Hay dos tratamientos que se han desarrollado por sexólogos, el más antiguo se denomina como tratamiento Minnesota y el más reciente el tratamiento Andenes. Éste último, consiste en un periodo de tratamiento constante, durante un mes, siendo una etapa muy breve en la que se planifica al máximo las rutinas y objetivos a tratar cada día. Las reuniones personales para dar una nueva orientación se sucederán día a día, buscando los cambios de hábitos de vida instantáneos, reeducando esa parte de la autoestima que se ha perdido.
Los psicólogos y/o sexólogos hablan con la persona para que éstas reaccionen y logren darse cuenta del ritmo de vida que necesitarán seguir. Normalmente en los casos más extremos se requerirá de un proceso de aislamiento, en el cual la persona estará reclutada, para no ver a sus familiares y amigos, durante el mes que dure el tratamiento. La rutina suele iniciarse por la mañana a las ocho y finaliza a las ocho de la tarde, logrando una terapia intensiva en la que se trabaja con todo tipo de temas, ahondando en traumas infantiles o de la juventud, en problemas de autoestima o en traumas amorosos no cerrados. Tras la terapia se recomendará un periodo de observación, en el cual se admirará si la evolución ha ido hacia delante o si hay peligro de recaer.
[wysija_form id=”2″]
