Splosh! La historia del sexo húmedo y desordenado
De seguro se te ocurrió alguna vez cubrir a tu pareja con miel, chocolate o cremas para hacer algo divertido, sexy y potencialmente desastroso para las sábanas de la alcoba. Lo has visto en películas y ya no lo consideras como una nueva rareza sexual. Es cierto. De hecho, el término “splosh” que se asocia con esta práctica tiene su origen en una revista británica fundada a finales de la década de 1980, que ofrecía a sus lectores artículos eróticos, generalmente sobre fetichismo.
Corría el año 1989. En Londres, un emprendedor Bill Shipton (aunque su verdadero nombre era Clive Harris) decide comenzar un nuevo proyecto: una revista que aporte buen humor e ingenio a las prácticas sexuales de la Inglaterra que se despedía de una década de agitación política e inconformidad social. Con ayuda de algunos colaboradores logró poner en marcha su idea, publicando inicialmente fotografías y escribiendo relatos cortos acerca de hombres y mujeres que acompañaban situaciones eróticas vertiendo lodo, agua, aceites, comida, dulces y diversas sustancias líquidas sobre sus cuerpos. Eventualmente, los relatos y fotos abrieron paso a los videos, y la fama de la revista se disparó a nivel internacional.
Su éxito se apoyó en un mundo que estaba cambiando las reglas con respecto al sexo. El fetiche, otrora asunto limitado a conversaciones privadas y vetado por una sociedad como la británica, heredera del carácter de su pasado victoriano, ahora estaba en las portadas de las revistas más populares, en manos de personas que estaban deseosas de explorar esos espacios que antes estaban del lado tabú. El avance de las libertades sexuales fue acompañado por el fetiche particular de Shipton y sus colaboradores, y su revista le dio nombre a esa práctica popularizada que conocemos hoy y que muchos han probado ya.
Bill Shipton murió el año pasado, el 12 de julio, y con él murió su revista. El sitio web de Splosh! cerró y sus productos fueron cancelados, pero su influencia continúa sirviendo de estímulo para aquellos que están dispuestos a ensuciarse un poco en pro de la relación y del sexo. Si quieres sentirte un poco ochentero, las ideas de Shipton bien podrían servirte para dar el vuelco que necesitas.
