Consejos para empezar con el sexo anal
A pesar de que el coito anal es hoy día una práctica aceptada y muy extendida en todo el mundo, muchas y muchos siguen teniendo serias dudas al momento de incorporarlo dentro de su repertorio sexual habitual. Su popularidad ha contribuido con la formación de una nueva imagen, que contrasta con el tabú social y la creencia errónea de que se trata de una práctica “contraria a la naturaleza humana”. Así como es un derecho el respeto a la libre expresión de la sexualidad, a la diversidad de género y a la escogencia de preferencias sexuales sin restricción, también lo es el acceso a la información y la educación necesaria para combatir las etiquetas que intentan encasillar la vida íntima. Si tienes intenciones de iniciarte en el coito anal y necesitas ayuda, atiende a los consejos que Sexxologa ha preparado para ti.
1- El sexo anal debe ser un placer, no una obligación: si hay algo que debe habernos quedado luego de décadas de lucha por las libertades sexuales y la igualdad de derechos durante el siglo pasado es que cada individuo es el único con plenos derechos sobre su cuerpo. De este principio se desprenden dos premisas: que el sexo lo tenemos porque lo queremos, y que nadie puede imponer su voluntad sobre la nuestra en lo que se refiere a esta materia. Si quieres empezar con el sexo anal es porque realmente lo deseas, y partiendo de ese punto puedes comenzar a buscar la información que requieres para llevarlo a cabo.
2- Entiende la naturaleza del sexo anal: la inserción de cualquier cuerpo o artefacto en el ano no es algo que deba tomarse a la ligera. El esfínter anal externo es un músculo diseñado para el paso de materia y sustancias fuera del cuerpo humano, por lo que cualquier tipo de penetración se convierte en un asunto contrario a su naturaleza. Hacerlo posible requiere de la comprensión de la dilatación del músculo como paso inicial e innegociable. Forzar la entrada a través del ano no sólo pone en riesgo la integridad física, sino también la estabilidad emocional y el balance psicológico de la experiencia.
3- La paciencia es indispensable: difícilmente podrás concretar una penetración anal al primer intento, debido a que la dilatación muscular y la adaptación de cada persona requiere de un tiempo prudencial. Sin embargo, la preparación para el disfrute de este tipo de coito no comienza con el primer intento, sino con conversaciones de pareja. Poner sobre la mesa el interés por tener sexo anal y realizar una investigación conjunta sobre todo lo relacionado con la experiencia les permitirá comenzar a hacerse una idea clara de lo que quieren lograr. Si se hace de esta manera, cosecharás una preparación psicológica previa que aumentará las probabilidades de sentirte más a gusto.
4- Comienza con pruebas a escala: una vez conversado el asunto, es recomendable intentar la primera penetración con cuerpos u objetos pequeños. La introducción del dedo índice es una práctica común entre parejas, pues les permite tener un primer acercamiento con la experiencia, al tiempo que comienzan a dilatar el esfínter anal y a relajar toda la musculatura de esa región del cuerpo. También están disponibles en el mercado erótico pequeños kits para la dilatación y como tener sexo anal, con objetos de tamaño variable para entrenar la zona de manera progresiva.