Breve guía de sexo verbal: porque en la cama no se dice cualquier cosa
El sexo no es un acto meramente físico, aunque conozcamos todo lo previo como estimulación, excitación o seducción. Tampoco comienza bajo las sábanas, y ni siquiera tenemos que tocarnos para crear una ambientación sexual que, más tarde, conduzca a la intimidad. Aquí estamos ante un escenario en el que todos los sentidos juegan un rol, y donde el oído puede ser el protagonista. El poder de las palabras no debe tomarse a la ligera, pues cada mensaje que salga de nuestra boca tiene el potencial de hacer inolvidable la intimidad. Pero ¿qué decir para lograr tal efecto? En Sexxologa te lo contamos.
1- Desarrolla un lenguaje propio: Una sola palabra, empleada en el momento adecuado, puede desencadenar sensaciones más estimulantes que cualquier otra cosa que intentemos bajo las sábanas. Pero eso no lo logras repitiendo lo que escuchas en la televisión o en la pornografía. La realidad es que el poder de la estimulación verbal varía en cada persona, y mientras que a algunas les encanta y les excita, a otras les incomoda o les fastidia. Aun cuando a tu chico o chica les guste, él o ella esperan que uses palabras que tengan sentido en su contexto, sólo para ustedes, para hacer del evento algo muy especial. Por eso, tu primer paso es el desarrollo de un lenguaje de pareja: palabras, frases, expresiones… Un lenguaje cifrado que les permite comunicarse de forma codificada en situaciones públicas, y puesto al servicio de su intimidad.
2- Evita las groserías… al menos al comienzo: para muchas y muchos, el célebre lenguaje sucio (o dirty talk) se basa en el uso de palabrotas aplicadas a un contexto sexual. Es evidente que este tipo de lenguaje no es para todo el mundo, y aunque bajo ciertas circunstancias estas expresiones pueden ser fuente de gran excitación, cualquier error en la interpretación se paga muy caro. Si quieres estimular a tu chica, es mala idea que le digas “perra” o que emplees otras expresiones ofensivas. Es cierto que en la cama todo vale, pero esto sólo es así cuando ambos están a gusto. Por eso, hablen acerca del uso del lenguaje antes del sexo. Hagan sugerencias, pongan límites entre lo que disfrutan y lo que puede hacerles enfadar…. Todo es negociación.
3- Los elogios son buenos, la exageración no: para cualquiera, recibir elogios acerca de su cuerpo, de lo que hace en la cama y de lo que provoca, es algo tremendamente excitante. Una cosa es intuir que estamos haciendo algo bien, pero es totalmente diferente cuando tu pareja te lo confirma. Una parte fundamental del sexo verbal es precisamente esa: realza las virtudes de tu chico o chica, asegúrate de que esté al tanto de lo que te hace sentir, no temas hacerle piropos acerca de su cuerpo, de su desempeño, de su compromiso. Pero evita exagerar, pues podrías lograr el efecto contrario: tu pareja podría pensar que le mientes, que no le tomas en serio o que no estás sintiendo lo que dices sentir.