Autoexploración corporal: conéctate con tu intimidad
La sexualidad tiene muchas facetas, y para disfrutar de cada una de ellas es necesario que cada persona explore su cuerpo y aprenda de él. A pesar de ser algo tan sencillo y básico, no muchas personas se detienen en ello, ni se dan el tiempo de recorrer su propia anatomía, pensando que su cuerpo funciona igual que el de los demás. La autoexploración es una experiencia que te permitirá conocer cada rincón de tu cuerpo, conectándote más profundamente con tu intimidad. Aquí te contamos cómo.
La clave del erotismo es recordar que los genitales no son el único lugar de donde podemos obtener placer. Si bien la autoexploración es una excelente forma de estimularnos a través, por ejemplo, de la masturbación, permitiéndonos aprender lo que nos gusta en esa área, el objetivo es más general: recorrer todo nuestro cuerpo. El cuerpo humano está repleto de zonas erógenas, y descubrir cuáles de ellas son las más sensibles es una entretenida manera de conocer nuestro potencial para la sensualidad.
Al igual que en el sexo, crear un ritual previo es una gran manera de prepararnos. No se trata de simplemente de tocarse, sino de crear toda una experiencia personal de erotismo. Darse una ducha, beber un poco de vino, encender velas, poner música de tu gusto, hay un sinfín de rituales preparativos que puedes emplear para levantar la temperatura y concentrarte en tu objetivo: dedicarte a conocerte.
Ya que esta experiencia depende en gran medida del sentido del tacto, puedes emplear algunas herramientas para facilitar tu tarea. Diversas cremas y aceites de venta en cualquier tienda de artículos eróticos son grandes acompañantes de estos recorridos corporales, pues no sólo incrementan la sensibilidad de la piel, sino que también cuentan con características interesantes, como aquellos que se calientan al entrar en contacto con la piel, o como los que liberan agradables aromas. Mientras más expuestos estén tus sentidos a la estimulación, mucho mejor.
Comienza donde quieras, y recorre cada centímetro en busca de sensaciones placenteras. Detente en aquellas que te parezcan interesantes y pasa de otras que no te ofrezcan nada. Al final, serás una experta en tu propio cuerpo, educándote a ti misma y revelando los secretos que te harán disfrutar mucho más de tu sexualidad.
