Calienta el ambiente con mordidas sensuales
Los mordiscos son una gran pieza en el catálogo de recursos eróticos a los que cualquiera puede recurrir para encender la pasión con su pareja. Muchos disfrutan de las mordidas en distintos lugares de la anatomía durante la intimidad, con diversos grados de intensidad y con el acompañamiento de algunos juguetes y otros productos eróticos. Si quieres aprovechar al máximo estas mordidas sensuales, o si nunca has decidido probarlas con tu pareja, aquí te dejamos algunos consejos para morder con picardía.
La boca es una herramienta erótica con potencialidades innumerables. Cada centímetro de la piel ofrece distintas sensaciones al ser estimulada por medios diferentes. Un beso en el cuello no se siente de la misma manera que en el pecho, la parte interna de los muslos o en los labios. Del mismo modo, la presión causada con los dientes sobre la piel genera sensaciones distintas, dependiendo de la intensidad, de la forma de morder y del lugar que se muerde.
En el ámbito de los mordiscos, muchos se inclinan por el llamado “mordisco oculto”. Es una mordida discreta, usada en cualquier momento del día para dejarle un detalle placentero a la pareja, un recado de lo que puede esperarle en su regreso a casa. El secreto es morder en una zona expuesta, preferiblemente en el cuello, con fuerza suficiente como para dejar un ligero enrojecimiento en el área, pero sin ninguna marca. Será un recordatorio del disfrute que puede esperarle después de la oficina.
En los glúteos, la espalda, los senos y el abdomen, los besos con mordidas suaves son bastante apreciados por la mayoría. Estas son áreas muy sensibles a cualquier tipo de estimulación, y tanto chicas como chicos enloquecen cuando sus parejas saben morderlos moderadamente en distintas partes de la espalda. Es evidente que en los senos hay que tener mayor cuidado con la intensidad, pero alguien que sepa lo que hace puede acercar a su compañera al orgasmo con pequeñas mordidas en esa área.
¿Quién no ha mordido los labios de su pareja durante un beso? Este es sin duda un clásico del erotismo, y probablemente el tipo de mordida más popular de las parejas. El secreto está en morder el labio inferior, con una ligera presión, y luego usar tus dientes para extender el labio hacia ti.
No hay límites para el placer, y puedes valerte de muchos trucos como los mencionados para hacer de cada mordida una razón más para encontrar nuevas y variadas sensaciones eróticas con tu pareja.
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