¿Cómo lidiar con los problemas de erección?
Todo hombre puede experimentar algún tipo de problema con sus erecciones en cualquier momento de su vida. Si se consideran los factores asociados a la edad, la salud y el estilo de vida, además de las particularidades de la biología de cada persona, estos problemas no representan ni rarezas ni desastres para la vida sexual en la mayoría de los casos. Si tu chico está atravesando situaciones de esta índole, es normal que ambos sientan preocupación al respecto. Así como tus problemas sexuales son también de interés para tu pareja, debes estar lista para apoyarle en situaciones problemáticas y ayudarlo a encontrar la solución adecuada.
Con frecuencia ambos le dan vueltas y vuelta a los asuntos que tienen las soluciones más simples. Durante el sexo, es posible que tu pareja tenga problemas para lograr una erección o para sostenerla durante el tiempo que ambos necesitan. Lo primero que debes hacer en esos casos es no alarmarte ni transmitir preocupación a tu chico. Lo más probable es que se trate de nervios, a que se está esforzando demasiado o a que no se siente en su mejor forma debido al cansancio o a una jornada muy exigente física o emocionalmente. Hazle saber que se trata de algo normal y dale tiempo para intentarlo de nuevo.
A veces nos convertimos en nuestro peor enemigo. Tanto mujeres como hombres suelen ponerse demasiada presión sobre sí mismos, temiendo no cumplir con las expectativas que creemos pesan sobre nuestra actuación sexual. Cuando un chico comete este error, llena su cabeza con preocupaciones y pensamientos innecesarios que terminarán desviándolo de su propósito inicial. Para evitarlo, habla con él. Asegúrate de que entienda que estas a su lado por muchas razones, y que no debe preocuparse por cometer errores en el sexo.
Si él no es capaz de conseguir una erección, pregúntale lo que siente. Lo peor que puedes hacer en tales casos es molestarte o insistir, pues el problema no es su culpa, y tampoco tuya. Dale algo de espacio y demuéstrale tu apoyo. Él sabrá si se encuentra en condiciones para continuar más adelante. Si el problema se convierte en algo recurrente, acude junto a él a un especialista que sepa orientarles. Necesitará contar con tu presencia y comprensión.
