Cosas que puedes hacer después de tener sexo
Luego de una buena tanda de placer y orgasmos, ¿qué deberíamos hacer? Muchos y muchas dedican horas planeando el sexo, piensan en nuevos trucos y ponen algunos en práctica, pero luego que han terminado, se quedan en blanco al pensar en qué debería ser lo siguiente. En realidad, si tu mente se queda en blanco no hay demasiados problemas, pues debería ser normal solo quedarse allí en la cama (o sofá, o donde lo hayas hecho con tu pareja) y tu compañero o compañera seguro que no pone quejas al respecto. Pero si quieres hacer algo diferente, que le dé continuidad a la picardía de la jornada, entonces atiende a las siguientes recomendaciones.
El vino es la bebida sexy por excelencia. Si los griegos tenían dioses para el sexo y el vino, entonces el vínculo entre ambos no debe parecernos extraño. Si tú o tu pareja, o mejor, ambos, disfrutan de una buena copa de vino en la cena, entonces deberían probar con un par de brindis sobre la cama. Beber vino en cantidades moderadas es un excelente inhibidor, por lo que podría motivar conversaciones algo candentes entre los dos, permitiéndoles abordar temáticas sexuales con mayor soltura.
Muchas personas acostumbran ducharse tras el sexo, y acostumbran a hacerlo de forma individual. En Sexxologa, creemos que la ducha puede convertirse en una actividad en pareja con mucho potencial erótico, así que si te gusta asearte luego del sexo también podrías disfrutar hacerlo con la ayuda de un par de manos extra. Si todo resulta como de costumbre, la ducha los conducirá a más sexo, y luego de vuelta, creando un círculo vicioso del que difícilmente querrán salir, al menos hasta que alguien tenga que irse a trabajar.
Si ya tienen horas en la cama y ha llegado el momento de vestirse para salir, entonces estás ante una nueva oportunidad de convertir una sencilla y aburrida tarea individual en un juego sexy en pareja: ¡vístanse uno al otro! Será mucho más divertido si ambos se las ingenian para ponerse la ropa interior, verán que es mucho más difícil que cuando se las quitaron horas antes.
Y si no tienen cosas por hacer, no hay necesidad de actuar con apuros. Relájense recostados uno sobre otro, abrazados, o como lo encuentren más cómodo, y duerman un buen rato. No hay nada mejor que despertar revitalizados junto a nuestra pareja.
[wysija_form id=”2″]
