Curiosidades sobre los sueños húmedos
Todos y todas hemos experimentado alguna vez un sueño erótico. Algunos muy ligeros, mientras que otros son tan intensos y reales que pueden producir respuestas orgásmicas. El dominio onírico sigue siendo un mundo desconocido en su mayor parte, pero el aspecto inconsciente de nuestra sexualidad está estrechamente ligado a él. Son perfectamente normales y le ocurren a cualquier persona, así que no deben tomarse como preocupaciones sexuales ni señales de perversión de ninguna clase. A continuación te daremos algunos detalles para comprender un poco mejor el mundo de los sueños húmedos.
Los sueños húmedos siguen rodeados del mismo halo de misterio que rodea a los sueños en general. Precisar las causas que nos permiten tenerlos es bastante difícil, pero diversos estudios del sueño han determinado una serie de factores que parecen estar ligados a esta experiencia. Largos períodos de abstinencia pueden producir tensión en el área genital, lo que envía señales al cerebro, que posteriormente traduce las señales en deseos sexuales que se manifiestan en los sueños. A menudo, fantasear con personas o situaciones eróticas también puede tener como consecuencia una extensión de la fantasía en el mundo de los sueños, como una manera de hacer realidad una experiencia deseada.
Sin embargo, estos datos no son concluyentes, pues los sueños también pueden manifestarse en personas con vidas sexuales activas y frecuentes, lo que quiere decir que el tema es más complejo de lo que la ciencia ha podido descifrar hasta el momento. Son tan frecuentes en los hombres como en las mujeres, por lo que tampoco hay datos estadísticos que indiquen una predisposición especial a tener estas fantasías oníricas.
La mayoría está de acuerdo con que los sueños húmedos son una manifestación de nuestra sexualidad, pero no deben ser interpretados de forma literal. Experimentar una aventura sexual con alguien en especial o de algún tipo en un sueño no quiere decir que la estemos deseando tal y como se manifiesta; más bien, es una representación general de nuestras ansias sexuales. Por ejemplo, una persona que está en una relación y tiene un sueño erótico con alguien que no es su pareja no está manifestando un deseo de infidelidad. Probablemente nuestro cerebro se vale de ciertas imágenes que nos han impresionado profundamente de alguna manera para combinarlas con otras y crear sueños, como los eróticos, como una estrategia para liberar tensión durante el descanso nocturno.
Los sueños húmedos son, en conclusión, otra manera de experimentar y satisfacer nuestros deseos sexuales. No son indicadores de preocupación ni advertencias de excesos, son simplemente una manifestación del sexo en nuestras vidas.