Gemidos y orgasmos
¿Te has preguntado alguna vez si los orgasmos van siempre acompañados de gemidos? Muchas veces la inexperiencia lleva a pensar a los hombres, que sus parejas cuanto más chillen y gimen mejor lo están pasando, aunque esto no es del todo cierto. La verdad es que puede haber orgasmo sin gemidos y muchos gemidos sin orgasmo. Las señales del cuerpo, las latidos del corazón y la respiración, sin embargo son algo que nunca te defraudarán ni te mentirán.
Los gemidos son una herramienta que permiten de forma tanto consciente como inconsciente, hacer que la pareja se excite al unísono y que ambos logren sincronizar sus orgasmos de manera mucho más efectiva. A los hombres les excita mucho más ver que su mujer está gimiendo y a ellas les proporciona mucho placer que ellos se sientan de ese modo por ellas, sintiendo que son el fruto de su deseo. Es una retroalimentación y de ese modo, muchas veces el cerebro de la mujer lo identifica, provocándolo al instante, durante el desarrollo de los preliminares, así como de la penetración, haciendo que su pareja eyacule de manera mucho más rápida.
La respiración acelerada es un signo de comienzo del orgasmo mucho más que los gemidos, siendo los últimos una expresión más del deseo sexual. Se podrían manifestar más como una respuesta al deseo sexual y a la aceptación, recurriendo a ellos cuando por cualquier causa todavía no se ha provocado el orgasmo. De hecho en estudios realizados a diversas mujeres del Reino Unido, éstas han admitido recurrir a los gemidos como respuesta natural al no sentir el orgasmo y ver que su pareja ya lo estaba obteniendo, llegando a cifrarse este número en un 92% de las mujeres encuestadas. Algunas veces hay mujeres que sí expresan la acumulación de excitación sexual con los gemidos, siendo un real anticipo al orgasmo, depende de la estructura de cada mujer y de sus respuestas físicas, así como de como sienta el deseo en su cerebro.