Juegos y juguetes eróticos caseros
La lucha contra la monotonía del sexo nunca acaba. Mujeres y hombres dedican buena parte de sus días a encontrar nuevas formas de disfrutar de la intimidad y diversificar las prácticas de su vida en pareja. Tendencias como las visitas frecuentes a los Sex Shops y la práctica del Bondage, entre muchas otras que están en boga, ya están en la lista de pendientes de muchos y muchas, mientras otros ya se han cansado de esta moda y están en busca de nuevas soluciones para experimentar su sexualidad. Si te interesan las soluciones prácticas y de rápida aplicación, entonces atiende a lo siguiente: no tienes que salir de casa o de tu habitación para encontrar el vuelvo ideal para la intimidad.
Con un poco de imaginación y una mente abierta, muchos elementos cotidianos pueden convertirse en juguetes con una gran funcionalidad sexual. Lo mejor es que la mayoría de ellos son tan simples, que muchos se sorprenden con tu potencial erótico. Una corbata se convierte en una atadura perfecta para las extremidades, sujetando a tu pareja a la cama para una sesión personalizada de BDSM. Una cinta o pañuelo oscuro es un antifaz muy práctico para un vestuario improvisado que te permite complacer muchas fantasías, o también puede emplearse como venda, para privar a tu compañero o compañera del vital sentido de la vista, agudizando la sensualidad de los olores, los sabores y las demás sensaciones.
¿Las sillas sólo sirven para sentarse? En realidad, una silla puede convertirse en un elemento erótico muy versátil si se le usa con acierto. Varias posturas sexuales muy excitantes pueden llevarse a cabo con mucha sencillez en una silla: coloca una almohadilla o cojín para mayor comodidad, y utiliza la arquitectura y el diseño particular de la silla en cuestión para agarres, amarras y otros detalles picantes. Eso sí, asegúrate de que sea lo bastante sólida como para soportar los rigores y la intensidad.
Un pequeño cubo de hielo también tiene numerosas aplicaciones eróticas de gran provecho para el sexo en pareja. Recorre el cuerpo desnudo de tu compañero o compañera con este objeto helado, para generar sensaciones de mucha intensidad en sus zonas erógenas. También es un acompañante muy interesante para el sexo oral, tanto para él como para ella.
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