La ausencia de deseo primaria y la ausencia de deseo secundaria
La falta de deseo en la mujer se puede desarrollar de dos diferentes maneras: una generada por un estado primario y otra creada por un estado secundario. Pero… ¿cómo identificarlas y saber en qué consiste cada una de ellas? Hoy te hablaremos acerca de las diferencias entre cada una de ellas y el remedio que se le podrá poner para disfrutar de una sexualidad plena.
La falta de deseo de carácter primario ocurre cuando la mujer siempre ha manifestado una inapetencia real hacia el sexo, presentando adversión y negación continua a las prácticas sexuales de cualquier tipo. Podría compararse a la asexualidad, ya que bajo este tipo de padecimiento las chicas no llegan ni siquiera a fantasear o a practicar la masturbación. En algunos casos, si por complacer a la pareja, se dan las relaciones sexuales, ellas no sentirán ningún tipo de placer, siendo desconcertante para ambos, pero sobre todo para la mujer que se ve incapacitada, para sentir un orgasmo o para disfrutar del sexo con su pareja. En estos casos además de terapia de pareja es muy habitual que se trabaje a un nivel más profundo, de forma psicológica, en la mayoría de las mujeres que sufren este padecimiento han ocurrido tabúes muy grandes en su crianza así como abusos sexuales, desarrollando pavor por el tema.
En la falta de deseo de carácter secundario deberá trabajarse con la pareja, para que ambos puedan llegar a descubrirse, se deberá trabajar en aumentar la sexualidad, el erotismo y en realizar nuevas maneras de amar para que de nuevo, practicar sexo parezca algo muy placentero y excitante. En las mujeres que sufren este tipo de situación, normalmente se han saturado o se han cansado de esperar algo que no parecía llegar. Necesitando mucho más amor y más novedad en las prácticas sexuales, necesitando que también las expresiones de amor se intensifiquen. Por regla general, ellas sí sintieron orgasmos y disfrutaron de las relaciones sexuales, pero tras la desilusión el deseo se fue apagando. A diferencia de la falta de deseo primario, ellas sí sienten ganas de hacer el amor, pueden masturbarse y tener fantasías, así como mostrar erotismo.
