Las caricias que ellas prefieren
A estas alturas parece increíble que algunos sigan ignorando la importancia que tienen las caricias para las chicas, especialmente cuando se trata de asuntos de alcoba. No son añadidos, no son exclusivos del juego previo y no se emplean en las mismas zonas de siempre, así que no debe subestimarse su poder en la sensualidad femenina. La mayoría de las mujeres suele dar señales obvias de los sitios en los que quiere ser acariciada, pero si necesitas un poco de orientación adicional, atiende a las siguientes recomendaciones preparadas por Sexxologa.
– El cuello: si estás jugando con tu chica y ella se recoge el cabello para dejar al descubierto su cuello, tal vez inclinándose un poco hacia ti, recostándose sobre tu cuerpo, no cabe ninguna duda: quiere que ataques el cuello. Esta área es una de las zonas erógenas por excelencia del cuerpo, y también vale para mujeres y hombres. Un consejo: recorre las curvas de su cuello con la punta de tus dedos, suavemente. Acércate lentamente con tu boca, haciéndole sentir el calor de tu respiración. Para cuando beses la zona, estará enloqueciendo.
– La espalda: si prefieres un campo de juego amplio que ofrece múltiples posibilidades para despertar la pasión, estás buscando la espalda. A las chicas les fascina poder recostarse con su espalda al descubierto, siempre que su pareja sepa aprovechar su anatomía. Algunas de las mejores recomendaciones para esta zona: concéntrate en la zona baja, alcanzando la frontera con los glúteos. Los labios son una buena manera de excitar a tu pareja, pero si quieres un éxito garantizado usa tu lengua; con ella, recorre la sección baja de la espalda desde los glúteos y hacia arriba.
– Las orejas: algunos lo saben y pocos lo aprovechan, pero las orejas son un lugar ideal para excitar a tu chica en muy poco tiempo. Lo mejor es que la estimulación de esta zona del cuerpo sirve como el complemento ideal de besos y caricias en el cuello y el rostro, por lo que es altamente efectiva durante los preliminares, o cuando simplemente quieres excitar un poco a tu chica porque a ambos les encanta (¿y a quien no?). Colócate tras ella y abrázala, para luego comenzar a decirle cosas cerca del oído. Recorta poco a poco la distancia entre tus labios y su lóbulo, y cuando lo alcances con la boca ¡a jugar! Puedes mordisquear el lóbulo y bordear toda la oreja con tu lengua, ya verás cómo resulta todo.