Los mitos del himen y la virginidad
La virginidad y el himen es uno de los tabús más grandes al hablar de la sexualidad en la mujer, ya que según muchas culturas y según la educación que la mujer haya llevado, para ella será más o menos importante llegar virgen al matrimonio. Hay culturas en las que todavía se prueba “la honra” de la mujer, significando que ellas vean el sexo como un tabú que es necesario respetar y proteger.
El hecho es que la decisión de perder la virginidad es una decisión muy única y personal, en la que no deben intervenir ni las presiones, ni las amenazas ni la obligación, así como la necesidad de hacerlo por buscar una aprobación. Cada cual ha de saber buscar el momento adecuado en el que se sienta querida y preparada.
A la hora de hablar de la virginidad, también se deben aclarar ciertos mitos acerca del himen, la membrana protectora que cubre parte de la entrada de la vagina. Al hacerlo la primera vez, exactamente la membrana no se rompe ni se desgarra (al menos que se practique el sexo con violencia o cuando la mujer no esté totalmente lubricada) sino que éste se adecúa al tamaño del órgano genital masculino cediendo y expandiéndose como una goma elástica. Es por ello que no necesariamente deberás sangrar o sentir dolor, ya que depende de cada mujer, su nivel de excitación y la compenetración con su pareja. De ahí que es muy importante que la primera vez lo hagas con alguien con quien quieres mucho y no cualquier aventura que se te presente. Sería un error.
Cada himen posee un nivel de elasticidad diferente, pudiendo haber mujeres que tienen facilidad para que se dilate y otras a las que les cueste más, eso dependerá de la estructura de la vagina y la genética. También hay diferentes tipos de himen, que pueden variar del anular (tiene un pequeño agujero central por donde pasa la menstruación), el cribiforme (con varias perforaciones minúsculas) o el himen septado (con dos orificios muy pequeños)
Para todos los hombres y mujeres q todavía viven en la ignorancia lean y entiendan.