Masturbación en la vida de pareja
Generalmente se piensa en la masturbación como una actividad solitaria para personas que no tienen relaciones estables, como una manera de liberar tensiones o combatir la frustración sexual. Por ello, muchos y muchas encuentran extraño que sus parejas continúen masturbándose al establecerse en una relación, asumiendo que una pareja activa sexualmente hace innecesaria dicha práctica. En realidad, hay mucho más de lo que solemos pensar con respecto a la masturbación, mucho más de lo que se nos ha hecho creer. Aquí te contamos más.
Para sorpresa de muchas personas, la masturbación no sólo continúa una vez que se ha dado inicio a una relación de pareja: en ocasiones su frecuencia puede incluso incrementarse. Esto se debe a que nuestra pareja reemplaza a muchos de los estímulos de los que anteriormente nos habríamos valido para excitarnos y lograr un orgasmo mediante la masturbación. Evidentemente, será más estimulante tener junto a ti a una persona para hacer las cosas que antes solo imaginabas, por lo que los niveles de excitación se elevan y la masturbación se convierte en una manera de acompañar la vida sexual de pareja.
Tanto tú como tu pareja se masturban cuando lo desean. En una relación saludable es normal que ambos traten el tema de la masturbación, pues dicha actividad también forma parte de la vida que comparten. Ambos pueden aprovechar la confianza para ir más allá y convertir la masturbación en otra expresión de su sexualidad, al practicarla de manera conjunta. Añadiendo esta práctica a su repertorio de juegos y actividades bajo las sábanas, no sólo amplían los medios que pueden proporcionarse mutuamente para obtener placer, sino que aprenderán a conocerse mucho más.
Observar a tu chico o chica mientras se masturba es otra cosa que puedes hacer para nutrir la intimidad de la pareja. Es una actividad muy estimulante que además te concede un asiento de primera fila para contemplar un espectáculo y al mismo tiempo una lección sobre la sexualidad de tu compañero o compañera, pues aprenderás lo que necesitas aplicar cuando seas tú quien deba darle placer.
No hagas de la masturbación un “Plan B” para momentos de soledad o ansiedad. Contribuye con su disfrute proponiendo algunos regalos que la conviertan en algo mucho más divertido y placentero. Regala un vibrador a tu chica o adquiere un par de lubricantes que jueguen con el calor para que ambos saquen el mejor provecho.
