Miedo a la intimidad, inseguridad e imperfecciones
La desnudez es natural, pero una vez llegamos a la pubertad, confusa. Se ha de educar a los jóvenes para que la respeten y conserven buenos valores, de respeto hacia su pareja y tolerancia, siempre viéndolo como algo natural. No se ha de imponer cuerpos perfectos, para que no se llegue a desarrollar miedo a la intimidad, uno de los grandes problemas sexuales de este siglo, junto al vaginismo, los problemas de erección y la impotencia.
¿Cómo educar para el nudismo sano?
El mostrarse desnudo sin más, en exteriores es un problema siempre que conlleve sentimientos y reacciones propias del exhibicionismo y la maldad, convirtiéndose en un padecimiento que hay que tratar, sobre todo cuando existen conductas relacionadas con la estimulación de los órganos sexuales el público. Sin embargo, el practicar nudismo, por ejemplo, en una playa, es algo natural, siempre que se respeten a los demás y se viva como un modo de convivir con la naturaleza más sano y limpio. Pero ¿qué pasa cuando la desnudez se vive de un modo lascivo? El no respeto hacia los demás, es la causa de la ignorancia.
Una persona inteligente es capaz de respetar la desnudez de otro, sin ver en ello una connotación sexual, que tan sólo está en la mente de la persona que en este caso está “desequilibrada” por ver algo donde no lo hay, en personas que simplemente están conviviendo en la naturaleza sin tener porque enviar mensajes con contenido erótico. Junto con el respeto, el conocimiento del cuerpo desde pequeños será vital para que esos jóvenes puedan ver la desnudez como algo limpio, sin generar miedo en las relaciones.
Los miedos y traumas, provenientes de clichés sociales o educaciones que no son adecuadas, hacen que se desarrolle miedo a la intimidad y al propio cuerpo de la persona, siendo un calvario las relaciones personales y sexuales. Primero, para volver a ser libre de nuevo, hay que entender que a la hora de amar, no importa si tienes unos muslos más redondos, un tipo de pene u otro, un tipo de vulva u otra que parece más o menos estética, así como un michelín más o menos protuberante. Para librarte de ese terror, debes aceptarte tal y como eres, dándole más importancia al amor que puedes aportar y al disfrute en pareja.
Muchas veces en diferentes consultas de sexólogos/as a lo largo del mundo, ha habido hombres que se pensaban que por tener el pene un poquito torcido o más anchos en la base superior no harían felices a sus parejas, centrándose tan sólo en el aspecto de los penes que ponían en el televisor y el cine X (estando la mayoría operados para que parezcan más grandes) Lo mismo ocurría con ellas, quienes se sentían acomplejadas por tener vulvas y labios de diferentes tamaños y colores (más rosados y con la piel más oscura) dejando en otro plano a la protagonista y perfecta vulva sin labios que tan famosa era en las mismas películas.
Has de saber que esto no importa, seas como seas, talla grande, más madura, más joven, más delgada, tienes derecho a ser y a mostrar tu cuerpo con tu pareja con la total libertad, si es que lo has o la has escogido porque le amas o la amas. ¿Qué opinas? ¿Alguna vez han sentido complejo en el dormitorio con tu pareja?