Mujeres al mando durante el sexo
El sexo es cosa de dos. Esta afirmación, hoy día, se queda corta con la apertura y la llegada de nuevos paradigmas al mundo del sexo desde el final del siglo pasado. Esta aceptación se apoya en la popularidad de los tríos, fiestas swingers y demás prácticas sexuales, sin contar con la masturbación, una actividad sexual por sí misma. El cambio de paradigma también ha permitido combatir la imagen estereotipada del hombre y su papel dominante en el sexo, y hoy día son cada vez más las mujeres que deciden romper las viejas reglas para imponer su voz de mando bajo las sábanas.
Ahora las chicas reconocen su poder y explotan el atractivo y la influencia sexual que pueden ejercer sobre su pareja. El hombre ya no es el único que inicia una aproximación al sexo, no tiene que dar pie al juego previo, y ni siquiera puede ser el iniciador de una relación amorosa. Las mujeres buscan el sexo tanto como lo hacen los hombres, y en ese sentido, son plenamente capaces de impulsar el coqueteo que puede conducir a una noche de placer.
Bajo las sábanas, las chicas mantienen su rol protagónico. Muchas buscan el orgasmo recurriendo a las posiciones donde son ellas quienes marcan el ritmo, tomando las decisiones importantes y estando atentas al ambiente. Saben qué puede excitar a su pareja, y que necesitan ellas para alcanzar la satisfacción sexual, y por ello toman las riendas.
Una chica sobre su pareja durante el sexo tiene a la mano una gran cantidad de recursos para lograr que ambos alcancen el clímax. Ya que buena parte del trabajo físico es realizado por las piernas, especialmente los muslos, las manos quedan completamente libres para jugar con el cuerpo de su compañero, o hasta consigo misma. Estando arriba, la chica puede controlar la velocidad, los movimientos y el ritmo del sexo, alternándolos de forma constante para evitar la monotonía y mantener ocupada a la pareja.
Sin embargo, este rol protagónico no tiene por qué derivar en un control absoluto. Ya que todo es más divertido con ayuda durante el sexo, tu posición de dominio puede servir para motivar a tu pareja y propiciar el trabajo en equipo. A fin de cuentas, ambos están en busca de lo mismo cuando deciden pasar un rato de sexo juntos, así que lo mejor es trabajar en pro del clímax conjunto.