Para chicas: aprende a disfrutar mucho más del sexo oral
El sexo oral es, sin lugar a dudas, una de las prácticas más populares y placenteras que una chica puede experimentar al intimar con una pareja. Entre las caricias, besos y juegos previos, e incluso durante el sexo, el cunnilingus siempre tiene un lugar en el repertorio al que cualquiera recurre para hacer que su compañera vea las estrellas. Sin embargo, muchas mujeres aseguran no disfrutar del sexo oral, debido a diversos sentimientos encontrados, falta de concentración o incluso de confianza en sí misma. Muchos factores pueden interponerse entre una mujer y el placer, pero aquí te daremos una serie de consejos que te ayudarán a flanquear esas barreras y entregarte al disfrute de esta práctica.
Muchas mujeres ven el sexo oral como una obligación, algo que sus compañeros practican porque “deben”, y se sienten incómodas al pedirlo. En realidad, en el sexo no hay obligaciones, y la única regla es estar dispuesta a dar y recibir placer de la misma manera. Tampoco es acertado pensar que un hombre realiza el cunnilingus por obligación, pues si bien es cierto que el disfrute femenino es su principal objetivo, muchos hombres se siente excitados al practicárselo, y experimentan verdadero placer al saber que están logrando llevar a su compañera a un orgasmo.
La higiene es otro aspecto que causa preocupación en las mujeres antes o durante la recepción del sexo oral. Evidentemente, una correcta higiene es vital para que tanto tú como tu pareja puedan sacarle provecho a esta experiencia, así que asegúrate de que el aseo en toda el área baja de tu cuerpo sea adecuado. Esto te dará mucha comodidad, y evitará que te comiences a preocupar por cosas que solo te distraerían del objetivo del sexo oral.
Quizás la concentración es el aspecto que más problemas causa cuando se trata de esta práctica. Recibir sexo oral mientras piensas en la oficina y los desafíos del día a día te aleja del clímax, y te acerca peligrosamente al estrés. Para evitar esto es necesario tomar una serie de medidas para proteger la intimidad: en primer lugar, construir un microclima para el sexo, preferiblemente en tu habitación, sin televisión, teléfonos, computadoras y otros elementos que transportan tus pensamientos hacia lugares poco eróticos. Esto facilita el segundo paso, que es poder concentrarte en el sexo, en entregarte completamente al disfrute del placer otorgado por tu compañero.
Finalmente, habla con tu pareja luego del sexo oral. Estas conversaciones pueden ser muy atrevidas, eróticas y a veces tan excitantes que motivan una segunda ronda. Además, son charlas muy educativas, pues con ellas puedes compartir tus sensaciones e intercambiar ideas para perfeccionar la práctica.