Pornografía y efectos secundarios
¿Quieres saber si la pornografía te aportará algún efectos secundarios? Hoy te voy a hablar de ello en profundidad, para que sepas de una vez por todas, si ver mucha pornografía te aportará efectos secundarios a tu rendimiento sexual.
La pornografía y efectos secundarios
Ver demasiada pornografía se puede catalogar como una adicción, ¿pero cómo saber si ha roto la barrera de lo normal llegando a la enfermedad? Es fácil, una persona con una adicción necesita alimentarse con ella a todas horas, llegará a frustrarse si no consigue lo deseado y mostrará una actitud violenta y poco tolerante. Podrá llegar a ser egoísta, teniendo que mirar continuamente por sí mismo/a, acudiendo a esa actividad, objeto o fetiche que tanto “necesita” aunque tenga que interrumpir su trabajo, reuniones con familia y amigos. Para que te hagas una idea, una persona con una adicción a la pornografía, necesitará mirarla al menos cada 15-25 minutos de manera intensa.
Otros hombres piensan que ver mucha pornografía les provocará una impotencia severa, la verdad es que la impotencia no está causada por verla o no, sino que el padecimiento se enfoca más en la no resolución de traumas sexuales y conflictos emocionales, que han ocurrido durante relaciones pasadas. El cine porno, por lo tanto no es más que un medio de ocio más, para aumentar la excitación, bien sea para lograr una relación en pareja mucho más enriquecedora o para llegar a la masturbación. En el caso de los adolescentes y jóvenes que por primera vez llegan a ver una muestra de cine sexual, normalmente es para adquririr nuevos conocimientos y para descubrir. El proceso de interpretación de este tipo de películas no causa ningún tipo de problemas en un futuro, a menos que los chicos más jóvenes aprendan a estimularse y lo utilicen como un método único de expresar la sexualidad. Mediante la exploración, pueden llegar a acostumbrarse a ello, basándose en la autosatisfacción para expresarse de manera sexual. Esto también produce más problemas, ya que en el desarrollo de una sexualidad solitaria, no se tendrán en cuenta los tiempos de la pareja, haciendo de un ritmo sexual inadecuado una rutina, favoreciendo la aparición de la eyaculación precoz.
Cuando una persona se acostumbra a una respuesta sexual rápida, su rendimiento disminuye, uniéndose a la falta de emociones en el sexo y a la satisfacción rápida. En resumen , se podría decir que tanto las adicciones como el uso inapropiado de la pornografía para eliminar el deseo momentáneo, causan efectos secundarios, que se pueden tratar pero que no son deseables. En cambio, la pornografía, mirándola con la pareja puede llegar a fomentar beneficios, despertando la creatividad, creando otro tipo de posturas sexuales y todo tipo de mejoras en la práctica sexual, siempre que sepas diferencias la vida real de la pornografía, eliminando estereotipos e iconos que siempre pintan “bien” en el cine pero que no se corresponden con la vida cotidiana. Por ejemplo, en el cine no contemplan los diferentes tipos de penes y vulvas, no se tienen en cuenta las enfermedades de transmisión sexual y no se hace hincapié en la comunicación sexual. ¿Bueno? Sí, pero sabiendo como utilizarlo.