Preservativos: sexo seguro, pero no aburrido
El uso de condones es uno de los temas centrales del sexo, uno que tratamos y que trataremos a lo largo de toda nuestra vida sexual activa. A menudo, al hablar de este tipo de protección, nos quedamos con las menciones al sexo seguro, la prevención de enfermedades y la reducción del riesgo de un embarazo inesperado, lo que hace que muchas personas asuman que el uso de preservativos es un obstáculo contra nuestro principal deseo: el placer. Pero el sexo seguro no es ni aburrido ni menos placentero, y en Sexxologa te contamos las claves de su disfrute.
El buen sexo depende del trabajo en equipo, y si estás en una relación ya te habrás habituado a que en la alcoba y bajo las sábanas, todo es cuestión de dos. La elección de un condón, a diferencia de lo que puedan pensar muchos, no es una decisión individual, pues su uso tiene incidencia en el sexo que ambos pretendes disfrutar. Involúcrate en la elección, asegurándote que ambos se sientan igualmente cómodos con el tipo de condón a usar. Tampoco tienes por qué dejar esta selección para el último momento: investiga en las páginas web de las marcas de confianza o realiza una breve incursión a la farmacia más cercana para tantear lo que te ofrece el mercado.
A pesar de que el condón es la forma de protección más popular en todo el globo, para la gran mayoría es sólo una funda hecha de látex. Aunque simple en su concepción, existen muchas variantes de su diseño clásico que han pretendido brindar un “extra” al placer que encontramos en el sexo, y en muchos casos lo han logrado, convirtiendo al sencillo condón en una pieza clave del arsenal erótico de muchas parejas. Hoy podemos conseguir preservativos estriados, finos o más gruesos, hipersensibles, de sabores, con bolitas, puntos y otras alteraciones al diseño original, creadas para aumentar las sensaciones de los dos en la cama, ayudando a la pareja a disfrutar de una buena jornada sexual.
También puedes aprovechar el condón para improvisar toda clase de juegos eróticos. Durante los preliminares, las chicas pueden usarlos en sus cubiertas para recorrer el cuerpo de sus compañeros, o colocarlos en su boca (sin romperlos) incitando a la pareja. El chico tampoco tiene por qué colocarlo sólo, ayúdalo en esa tarea, aprovechando la situación para juguetear y brindarle sensualidad a la escena.
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