Sexo: ¿Con o sin luz?
Muchas parejas discuten todo el tiempo acerca de varios factores relativos al sexo. Uno de los dilemas más frecuentes y que siempre ha estado presente es el relativo a la iluminación, o la ausencia de la misma, durante el acto sexual. Algunos prefieren hacer el amor con las luces encendidas, otros se inclinan por jugar con los colores e intensidades, mientras que hay algunos que se sienten más cómodos con la oscuridad como cómplice. Y tú, ¿Qué prefieres? En Sexxologa repasamos está pregunta esencial para el sexo.
Está claro para la mayoría que los hombres sienten una gran debilidad por los estímulos visuales. Esto ha llevado a muchos a generalizar, asumiendo que los hombres prefieren el sexo con luces, pues la ausencia de iluminación no les permitiría disfrutar de la misma forma del cuerpo de su pareja y del entorno sexual. Pero también son muchas las mujeres que prefieren el sexo con luces, así como hombres que prefieren la oscuridad. Así que el gusto está más allá de lo que se observa a simple vista.
Tener sexo a plena luz del día, o de noche con la iluminación encendida, es un espectáculo que tiene más que sólo luces. Muchos disfrutan del cuerpo desnudo de su pareja como parte de la excitación necesaria para sacar el mejor provecho posible y alcanzar más rápidamente el orgasmo. El juego previo también se vale de la luz: intentamos hacernos más atractivos a nuestras parejas, tratamos de seducirlas y excitarlas, y hacerlo a través de la vista es la manera más sencilla y rápida.
Para aquellos que prefieren ser arropados, no sólo por sábanas, sino por la oscuridad, las ventajas y beneficios tampoco faltan. Por algo existen los disfraces, las vendas y otras formas de limitar la visión y potenciar el resto de los sentidos, y la oscuridad te permite gozar del sexo a través de la multiplicación de las sensaciones del tacto, el olfato o el gusto. El cuerpo se percibe de una manera diferente en la oscuridad, estás más atento a detalles que antes quizás no habrías notado. El nivel de compenetración que puede alcanzarse sin luz es un atractivo más en una larga lista de razones por las que muchos se inclinan por la falta de iluminación.
¿Pero qué pasa con aquellas parejas con preferencias contrarias? Pues no te compliques. Si tú disfrutas del sexo con luz y tu pareja sin ella, o viceversa, pues saquen el mejor partido y vivan ambas experiencias. De esta forma los dos descubrirán nuevas maneras de disfrutar del sexo al lado del otro.
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Desde la comunidad SEXISTENCIALISMO, enhorabuena por la página y la labor que haces. Fabuloso!