Trastornos sexuales: cómo enfrentar la amenaza
Para la mayoría de las personas, experimentar de manera normal su sexualidad es parte del día a día, tan común como cualquier otra cosa. Pero también hay personas que no son capaces de disfrutar plenamente de su vida sexual, debido al padecimiento de diversos trastornos que les afectan psicológica y emocionalmente, y que impiden su desenvolvimiento. Si conoces a una persona cuya sexualidad está amenazada por estos problemas, ayúdala con los consejos que te presentamos a continuación.
– Conocer el problema: la solución de cada trastorno depende de la naturaleza de cada uno. La mayoría tiene raíces asociadas a la psicología personal, debido a traumas, a desconocimiento de su propia sexualidad o a razones de carácter situacional, contextual o familiar. La reflexión acerca de cada uno de estos problemas y la consulta con un especialista es la mejor manera de comenzar a combatir el trastorno.
– No cerrarse a la ayuda: la pareja, los amigos y la familia son los principales aliados con los que toda persona debe contar para enfrentar esta situación. Si bien es cierto que se trata de problemas personales que rara vez se quiere compartir, a veces es de mucha ayuda contar con un confidente que les ofrezca apoyo incondicional, que sea capaz de ponerse en su lugar, entender el problema y ayudar en la búsqueda de soluciones.
– Ser positivo y tener ganas de mejorar: gran parte de la ayuda que puedes recibir para solventar casi cualquier situación depende de tu propia voluntad para superarla. La depresión, la inseguridad y otras sensaciones negativas son perfectamente normales al comenzar a lidiar con cualquier trastorno de naturaleza sexual. Pero debes ser capaz de oponerte a esas frustraciones y mostrarte a ti misma como alguien dispuesto a enfrentar el problema.
– La pareja es esencial: si sufres un trastorno sexual y te encuentras en una relación de pareja, el apoyo de tu compañero es fundamental para enfrentar esta situación. En estos casos, las afecciones de la sexualidad de uno de los miembros de la pareja se convierten en un problema en común, que afecta a ambos y, por lo tanto, requiere del esfuerzo y de la comprensión de los dos.
Recuerda, los trastornos sexuales no son problemas irreversibles. Si te comprometes a superarlo, si buscas la ayuda adecuada y tienes el apoyo de las personas que te son más queridas, no hay nada que no puedas resolver con voluntad.