Tratamientos para la infertilidad
La infertilidad es un hecho que afecta a centenares de parejas que quieren tener descendencia. Afortunadamente, hoy en día, no será de gran dificultad quedarse embarazada, ya que existen diferentes tratamientos que lo facilitarán. Dependiendo de la causa que ha originado el problema, muchas veces orgánica y otras de nacimiento (ya que hay personas que no son fértiles por naturaleza) Hoy en Sexxologa, te hablaremos de todos los remedios que existen, para que puedas decidir acerca de cual aplicar en tu pareja si sufres de esta preocupación.
Te darás cuenta de que la infertilidad está presente, cuando lleves al menos un año y medio o dos, teniendo relaciones sexuales sin protección. Algunas veces si la razón no es nacer estéril, el problema puede ser interno, poseyendo algún tipo de malformación o dolencia que impida la correcta movilidad de los espermatozoides o la anidación del embrión. Otras veces, los pacientes pueden recuperar su fertilidad, sobre todo en los casos de anorexia o bulimia, ya que durante su enfermedad podrían haber pasado por una etapa de inexistencia menstrual. Al observarse la recuperación, en cambio, la menstruación se hace regular, haciendo posible el embarazo de nuevo. En otros casos, las intervenciones quirúrgicas son necesarias, en el caso de que exista un problema interno que esté dificultando el proceso de tener descendencia. Por supuesto, si el hombre posee una vasectomía habrá que hacerla reversible, operando de nuevo para un resultado factible.
Los tratamientos para la infertilidad son múltiples. Según vuestro diagnóstico y tras realizar un examen psicológico el paciente (según la clínica) y otro físico con análisis, se podrá recurrir a varios remedios, entre ellos: la inseminación intrauterina, la fecundación in vitro o la transferencia de gametos y cigotos a las trompas de Falopio, algo que hace que sea posible la concepción. En las clínicas, primero te recomendarán la inseminación intrauterina, debiendo tener el consentimiento de los dos, se realizará un estudio del semen, para valorar si éste cumple con los estándares de movilidad y después se realizará una selección que permitirá que todo vaya bien, implantándolos de manera directa en el útero. La fecundación in vitro, mientras tanto, consistirá en realizar una extracción de los óvulos de la mujer, extrayéndose también los espermatozoides del hombre, engendrando al embrión en el laboratorio de la clínica.
Tras el transcurso de unos días (cinco como cifra máxima, en la mayoría de las clínicas) se realizará el traspaso de los embriones al útero de la mujer, creando el embarazo con un éxito de implantación muy favorable. La diferencia de la inseminación artificial y la transferencia de gametos y cigotos a las trompas de Falopio, es que en las dos últimas técnicas se fomentará “la fecundación natural” implantando los óvulos con los espermatozoides en las mismas trompas, dejando que ellos vayan solos posteriormente hacia el útero. Será un método de fecundación orientado a aquellas parejas, que por cualquier motivo, no desean que el embrión se implante de manera directa en el útero, respetando los ciclos naturales del asentamiento del mismo en el cuerpo. Todos los métodos son totalmente funcionales y exitosos en un 95% ¡ahora nada te frenará a la hora de tener un hij@!