¿Amor intercultural?
¿Cuántas no han fantaseado con un galán francés de una película europea? Del mismo modo, el cine anglosajón suele mostrar chicos latinos como exóticos atractivos para las damas de alta cuna. Es a través de este tipo de influencias que hemos aprendido a identificar una imagen del exotismo de una relación entre personas de culturas diferentes. Sin embargo, hay maneras más simples de ser testigos de una relación como esta. En muchos países hispanohablantes, es común la existencia de situaciones que propician el encuentro entre personas de distintas nacionalidades, con vivencias culturales muy diversas. Ya sea a través del intercambio estudiantil, los congresos asociados a asuntos de trabajo o academia, o viajes personales, podemos llegar a estar involucrados alguna vez en una situación en la que debamos compartir tiempo con una persona culturalmente distante a nosotros.
Y como en cualquier situación de contacto con alguien más, puede despertar la atracción entre dos personas que pertenecen a “mundos diferentes”. Si llegamos a estar involucradas en una relación como la que hemos descrito, ¿es posible el amor entre personas culturalmente distintas? Más que ofrecer una respuesta definitiva, podemos ofrecer algunas recomendaciones que podrían llevar a una relación de esa naturaleza a buen puerto.
En primer lugar, esta potencial pareja perteneciente a una cultura diferente no es un extraterrestre, es un ser humano, y como tal responde a una serie de estímulos y necesidades que son básicos, pero que cambian ligeramente de forma y contexto para cada cultura. Por ello es necesario considerar las pautas que otras personas conocen en el campo de las relaciones amorosas.
Seguidamente, debes reflexionar acerca de aquellas cosas por las que te sientes atraída. Si bien es cierto que el añadido del “exotismo” puede ser una parte importante de la atracción que sientes, existen además otras razones puntuales a las que respondes: si es atento, o posee modales refinados, o es una persona detallista, o disfruta de un paseo o música o libros específicos. Estas son afinidades que te atraen de una persona a la que considerarías como pareja y que no son necesariamente determinadas por la cultura a la que pertenecen.
Adicionalmente, debes estar atenta a los ritmos de la relación: existen “normas no escritas” acerca de la manera en que se conduce o se lleva una pareja en el mundo occidental, pero que no se comparten en todo el mundo. Si él actúa de manera muy rápida o muy lenta, averigua si se debe a un carácter propio de la persona o si está influenciado por el tipo de relación que el esperaría en su contexto social.
Por último, una cosa son las consideraciones y el respeto hacia otras culturas, y otra son las excusas o la infravaloración hacia la tuya. Una relación intercultural no debe transgredir el respeto que mereces, ¡así que mantente atenta!
