¿Cómo guiar la conversación durante la primera cita?
Encontrar temas y sostener una conversación animada y divertida a lo largo de la primera cita suele ser todo un desafío. Los nervios, la falta de información acerca de nuestro acompañante y las habilidades de cada quien para entablar conversaciones y socializar hacen de cada salida una aventura particular. Sin embargo, apegándonos a una serie de consejos muy sencillos, cualquiera puede solventar ese problema y convertir las charlas de la primera cita en un éxito, o al menos evitar un desastre total. ¡Aquí ponemos esos consejos a tu alcance!
1- Mantenerse actualizado: los temas de actualidad nacional e internacional siempre aparecen en algún momento, ya sea como tópico general, para demostrar que estás al tanto de lo que sucede en el mundo, o para tratar banalidades acerca de ciertas temáticas específicas que les llamen la atención. Eso sí, mantente al márgen de conversaciones que te coloquen en una posición comprometedora o que generen controversia, como aquellas relacionadas con política o religión.
2- Emplea tu lenguaje corporal: la inseguridad y el nerviosismo no sólo se expresan al hablar, pues el lenguaje corporal lo hace mucho antes de que siquiera estemos conscientes de esas emociones. Aprende a manejarlo para que deslumbres a tu acompañante con tu seguridad, incluso si te estás muriendo de nervios por dentro. Mantén el contacto visual durante la conversación, controla los movimientos repetitivos de tu cuerpo y asegúrate de hablar de forma clara y precisa.
3- Habla y deja que el otro también lo haga: los monólogos no son divertidos, pues crean presión en el hablante y aburrimiento en el oyente. El dinamismo es una parte importante del éxito de la primera cita, y para que eso funcione debes esforzarte en mostrar interés en tu interlocutor. Demuestra que te interesa su vida, realiza preguntas que le motiven a mostrarse ante ti.
4- No te extiendas demasiado: es necesario medir la fluidez de la conversación. La cita no puede ser eterna, y por muy bien que vayan las cosas, hay que ponerle un punto final, hasta la siguiente ocasión. Aprovecha esto como una ventaja y crea expectativas en tu acompañante, de modo que tenga mayores razones para verte en una segunda cita y aprender más de ti, o para continuar una conversación que quedó a medias.
5- Quédate con lo positivo: evita abordar tus preocupaciones, problemas y temas negativos. Hablar de tus dilemas familiares o asuntos de oficina complicados no te hará parecer más interesante, sino como una persona preocupada, estresada, negativa o pesimista ante la vida. Y si es necesario abordarlos en algún punto, no te muestres abatido, sino desafiante ante esos problemas.