¿Qué pasa si no se le presta atención a los detalles?
Existen relaciones en las que una delgada línea roja separa la serenidad plena y el cariño desbordante, de una excusa para el inicio de una discusión. Muchas de esas peleas comienzan por pequeños detalles, la mayoría sin importancia real, pero que provocan gran conmoción y generan problemas de mayor calibre para la relación. Para contrarrestar estos inconvenientes y tratar de evitar que tengan lugar, debes aprender a tener los detalles y los pequeños cambios siempre en la mira. En Sexxologa te contamos cómo lograrlo.
Una chica siempre transmite mensajes a través de indirectas, insinuaciones, detalles muy pequeños y gestos a veces difíciles de percibir para sus compañeros, algo que, generalmente termina acarreando problemas, pues es bien sabido que ellos no captan esos mensajes con facilidad. Pero los hombres también se quejan cuando sus propios mensajes cifrados no llegan a puerto, pues ellos también tienen sus propios códigos y tratan de usar las sutilezas para transmitir intenciones, deseos e ideas. Lo mejor es aclarar dichos códigos al inicio de la relación, de modo que las sutilezas no los tomen por sorpresa.
Estos detalles son también fruto del esfuerzo y del ingenio de la pareja para, por ejemplo, sorprender al otro, ofrecerle obsequios o demostrarle cosas. Si no son captados por el compañero o compañera, los primeros pueden sentir que son ignorados, que su dedicación fue tiempo perdido, generando frustración y otros sentimientos negativos que se acumulan. Por ello, al recibir las quejas, debes estar abierto a comprender su punto de vista.
Sin embargo, una relación no puede disfrutarse en medio de la paranoia que estas situaciones pueden suscitar. No puedes pasar el día pensando que cada cosa nueva es un mensaje cifrado de tu pareja, así que ambos deben llegar a un acuerdo con respecto a sus formas de comunicarse.
Las sutilezas esconden su propia belleza. El tiempo le permite a la pareja encontrar un lugar para esos detalles, y al final ambos aprenderán a sacarles provecho. Pero recuerda que la mejor forma de comunicar o expresar algo es con un lenguaje claro y preciso, para evitar el riesgo de las incomprensiones y la malinterpretación que puede derivar hacia senderos que ninguno de los dos querrá transitar.
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