¿Cómo dormir con una pareja inquieta?
La vida en pareja tiene numerosas facetas, y muchas de ellas se viven día a día en un solo lugar: la habitación. Además de ser el lugar predilecto para el sexo, la alcoba es también el principal templo dedicado al descanso y al ocio personal. Después de un largo día cumpliendo deberes y obligaciones, la imagen de estar recostados en casa se hace más que tentadora, pero a veces las parejas con sueño ligero o inquieto hacen de esa sencilla tarea toda una odisea. ¿Cómo convivir con una pareja de este estilo y no restar calidad a nuestro descanso? Aquí te contamos.
¿Tu pareja suele moverse mucho durante la noche? ¿Suelta patadas y codazos a diestra y siniestra? Lo último no debe sorprender, pues son muchos los que se ponen algo “violentos” durante el sueño. Sin embargo, una medida muy simple basta para mantenerte fuera del alcance de los manotazos de tu pareja: coloca una barrera de almohadas que los separe. Es una solución cómoda y bastante efectiva que, además, no altera la decoración sobre la cama.
Si tu chico o chica es de los que hablan durante el sueño (o pesadilla), estas ante un problema un poco más desafiante. Hay algunos que no se contentan con hablar, sino que además se ríen, insultan, discuten o realizan ruidos extraños mientras duermen (y no me refiero a los ronquidos, un problema aparte). Todo este ruido puede interrumpir tu sueño y hacer imposible el necesario descanso. Solución: adquiere unos tapones de oído. Los de hule o cera son bastante útiles, pues no te lastiman y además bloquean el sonido de manera eficiente.
Una de las mañas más molestas es el monopolio de las cobijas. Es tremendamente incómodo despertar a media noche, temblando de frío, y descubrir que tu pareja es la causa. Incluso si las temperaturas no son un problema, hay algunas personas que simplemente están acostumbradas a las cobijas, y verse en una situación como la antes descrita, privado de ellas por causa de la pareja, se convierte en un problema. Existen un par de soluciones: establecer un momento para acurrucarse en pareja, bajo la misma sábana, y otro para dormir, con cobijas individuales. También puedes hablar del asunto con tu pareja y hacerle practicar el sueño con cobijas equitativas. Finalmente… compra una cobija más grande.
Cuando nada de lo anterior funciona, solo queda una última salida: dormir separados. No, no es un atentado contra la relación ni afecta la solidez de la misma, si ambos están de acuerdo en lo que están haciendo. Muchas parejas casadas no duermen juntas debido a problemas como los descritos o por decisiones personales, y su relación es tan saludable como la de cualquiera. Si el sueño al lado de tu pareja es imposible, entonces háblale acerca de esta alternativa.