Soledad: disfrutarla es tu decisión
La idea popularizada de una persona soltera es de alguien triste, incompleto, incluso desvalido en términos sociales. Es posible que algunas personas solteras se sientan realmente de esa forma, pero para muchos no hay nada más alejado de la realidad. El estar solo es una decisión en muchos casos, y esa situación puede generar un caudal de efectos positivos si se abordan desde la perspectiva correcta. ¿Qué podemos ganar con la soledad? En Sexxologa te contamos.
La soledad ofrece una gran oportunidad para aprender a apreciarnos, para vernos desde distintos ángulos y darnos cuenta de eso que quizás ya sospechabas: que eres especial. Cuando nos acostumbramos a estar en una relación, se hace frecuente escuchar ese tipo de apreciaciones de parte de nuestro compañero o compañera, llegando a comprometer nuestros estados de ánimo. Esa situación de dependencia nos afecta mucho al pasar a la soltería, pues de repente nos sentimos sin una parte de nuestro propio ser. La soledad nos permite percibir aquello para lo que estuvimos ciegos por tanto tiempo, dándole un nuevo sentido a nuestra manera de percibirnos en el mundo.
El vínculo que construimos junto a la pareja a lo largo de una relación crea un nexo de dependencia que es necesario durante cierto tiempo. Poder contar con el otro para determinadas necesidades es parte de la vida en compañía de otra persona, pero si la relación termina ese vínculo se corta de forma brusca, lo que nos obliga a enfrentarnos a algo para lo que no estamos preparados. En soledad aprendemos a ser felices por nosotros y para nosotros, a contar con nuestras propias fortalezas y a confiar en nuestras habilidades para enfrentar todo lo que nos arroje el mundo.
¿Cuánto sacrificaste en favor de alguien más? En la vida de pareja debemos tomar decisiones difíciles, algunas de las cuales nos hacen pagar precios elevados. Esto no es algo necesariamente negativo, pues es parte del proceso de construcción de una relación, y se espera que tu pareja también haya sacrificado su propia parte. En soledad, ya no tienes por qué preocuparte por lo que ofreces o no a otras personas, pues tú te conviertes en tu propia prioridad.
La soledad también te permite hacer todo lo que siempre quisiste y nunca pudiste debido a tus vínculos sentimentales anteriores. Las parejas no deben verse como un lastre, pero el proceso de negociación propio de las relaciones nos hace renunciar a algunas individualidades en favor del bien conjunto. Ahora puedes disponer de tu tiempo como prefieras, planear y llevar a cabo todo lo que siempre deseaste: viaja, sal con tus amigos, invierte dinero en tu comodidad, en tu formación personal y profesional. Hazte una vida propia.
No debe confundirse la soledad, la soltería y el sentirse solo. La soltería es una situación personal, la soledad es un espacio creado por nosotros con un propósito o una motivación, mientras que el sentirse solo es una emoción ligada a numerosas variables internas y externas. Date tiempo para aclarar tus pensamientos y toma las decisiones que te ofrezcan los mayores beneficios.
