Cuatro errores que pueden destruir tu relación
Puede sonar a paranoia, pero los enemigos de las relaciones de pareja son numerosos y no puedes darte el lujo de subestimar a ninguno. Proteger la estabilidad del vínculo amoroso requiere de un estado de alerta constante, y se debe prestar cuidado especial a esas áreas que sabes que resultan problemáticas por antecedentes o situaciones similares. Lidiar con la mayoría de los obstáculos es fácil si tu relación es sólida y si tú y tu pareja están realmente comprometidos el uno con el otro, pero existen muchos escollos peligrosos. En Sexxologa te contamos más.
Ninguna persona es perfecta. Es inevitable que no nos sintamos a gusto con todos y cada uno de los aspectos que caracterizan a nuestra pareja, y aun así podemos sentir comodidad al expresarnos acerca de ella como “ideal”: porque incluso sus defectos son parte del atractivo que te atrajo la primera vez. Por ello, debes tener cuidado al querer o desear que tu compañero o compañera cambie algo en su personalidad, en su forma de actuar, vivir o ver la vida.
Se supone que nos sentimos bien junto a nuestras parejas porque con ellas podemos ser tal y como somos, y ellas nos aprecian de esa forma. Crecer juntos es parte de las relaciones, y en ese proceso podemos cambiar, incluso bajo la influencia directa de otra persona, pero siempre de común acuerdo, y nunca en contra de nuestros verdaderos deseos.
Nunca realices comparaciones de tu relación o de tu pareja con respecto a otras personas o relaciones. Las comparaciones siempre resultan odiosas, incluso cuando se hacen en un sentido positivo. Ninguna pareja quiere oír acerca del ex a menos que lo pidan, y siempre lo hacen con un propósito particular, así que debes elegir con cuidado cada palabra. Lo ideal es no propiciar estas conversaciones, y tomarlas con naturalidad cuando se te pregunte acerca de una ex pareja.
Todas las relaciones tienen conflictos. No existe tal cosa como una pareja que nunca tiene problemas: de hecho, si nunca han peleado, hay que preocuparse. Evadir los conflictos es una situación peligrosa, pues estos funcionan como un termómetro. A medida que dejas pasar un problema tras otro, los roces se van acumulando, y cuando estalla acaba con todo, relación incluida. Detectar un problema no sirve de nada si no se actúa para resolverlo, y la mejor manera de hacerlo es hablando.
Tu pareja siempre debe ser tu roca, tu primera opción cada vez que tienes un problema. Por ello, muchas personas se sienten dolidas cuando ven que su pareja recurre primero a amigos o familiares antes de solicitar el apoyo de su compañero o compañera para resolver cualquier situación. Recuerda que le tienes a tu lado, en las buenas, en las malas y en las peores. Se trata de tu acompañante en la vida, un aliado ante toda clase de situaciones. No tiene sentido no verle como tal.