¡Atención! Cómo identificar violencia en tu relación
La violencia es un problema frecuente en las relaciones de pareja. Muchos países tienen estadísticas con cifras elevadas de maltrato doméstico, hombres y mujeres pueden padecerlo, aunque sean ellas las que más lo denuncien. Seguro estás pensando que si tu chico no te pega y nunca lo ha hecho, este artículo no es para ti. Pero es un error pensar en los golpes como única forma de violencia en un noviazgo, matrimonio, etc.
Existen muchos tipos de maltrato que pueden convertir una relación en un infierno. Un ejemplo bastante común es el de la violencia verbal: si tu pareja te grita o te insulta, ten mucho cuidado porque puedes estar ante un escenario de agresión. Casi siempre le restamos mérito al poder que poseen las palabras, pero éstas tienen mucho peso en nuestra vida diaria y en la manera en cómo percibimos nuestra realidad. Es normal que de vez cuando dos personas que comparten una relación sentimental se enojen y peleen, a todos se nos pueden escapar un par de frases con un tono de voz más alto que el regular, pero si esto se repite con frecuencia, si tu pareja te exige cosas, te ordena otras y es común que te suba la voz, es necesario que te plantees seriamente en qué términos se está llevando esa relación. Bajo ningún concepto alguien tiene derecho a maltratarte de esa, ni de ninguna manera.
También hay otro tipo de violencia que es mucho más sutil, aunque no por eso menos dañina. Esta vez nos referimos a un maltrato más simbólico. Hay personas que poco a poco se sienten con la potestad de, por ejemplo, elegir nuestra ropa, indicarnos qué sitios podemos frecuentar y cuáles no, con qué personas podemos interactuar, o sencillamente nuestra pareja nos tiene en constante comparación con otras mujeres (madre, amigas, modelos, artistas, etc.) pretendiendo que seamos como ellas; en fin… De nuevo, hay tonos grises: quizás tu chico pueda decirte de vez en cuando que un vestido le gusta más cómo te queda que otro y no podemos aspirar a que todas las personas de nuestro entorno sean de su agrado, pero ten mucho cuidado cuando ese tipo de cosas llegan a otros niveles. Tú eres quien debe tener el control de tu vida y si te sientes identificada con alguna de esas situaciones de riesgo que mencionamos, en muchos casos habría que considerar salir de esa relación.
Recuerda que la violencia puede manifestarse en muchas formas que no necesariamente son golpes: gritos, humillaciones, maltrato sexual, chantajes de cualquier tipo. Tenemos que estar muy alerta a cualquier circunstancia que implique alguna de estas características para no dejarlas pasar ni acostumbrarnos a ellas, mucho menos ejercerlas, claro está. Busca la felicidad y ciérrale las puertas de tu vida a todo tipo de agresión.
estar atentas..