Cómo afrontar los primeros amores.
Los primeros amores son una experiencia inolvidable aunque muchas veces puede llegar a ser turbadora. Algunas chicas y chicos sienten pudor a la hora de expresar sus sentimientos y es por ello que, en la mayoría de los casos las primeras veces se pueden topar con barreras que compliquen las cosas y hagan que no se sientan cómod@s frustrando toda ansiedad porque la verdad acerca de sus pensamientos salga a la luz.
Ante los primeros sentimientos lo mejor es que los afrontes con naturalidad y los dejes fluir, dejando que estos surjan y vayan evolucionando según la marcha. Ante todo valórate a ti mism@ como persona ya que será el primer paso para poder amar a alguien (si no te quieres a ti mism@, será difícil que otra persona te pueda respetar) El siguiente paso será valorar aquello que tú quieres en la vida y en tus metas, para que así si te encuentras con algo malo o con algo que no se adapte a tu rutina, estar preparad@ ante la adversidad y reaccionar a tiempo. Ten en cuenta, que a veces muchas relaciones en la adolescencia o juventud se inician por un impulso (porque alguien te parece guap@, porque alguien tiene estilo o por razones que a la larga no suelen tener continuidad) por eso, es mejor esperar y conocer a la otra persona bien, hasta poder llevar las riendas de una relación totalmente madura y más consciente.
En algunas ocasiones, estos amores se basan en amplias características y fundamentos, aunque suele ser minoría. Para poder conquistar a la persona que te gusta, deberás ser tu mism@, no buscando las provocaciones que irritan, como ser sobreactuad@, ir de lo que un@ no es o los cambios de vestuario provocativos y vulgares que tan sólo lograrán distorsionar tu imagen. ¡Da un paso y proponle a la chica o chico que te gusta ir a tomar un refresco, una granizado o un helado y anímate porque el no ya lo tendrás si no lo intentas!
En la adolescencia, la mayoría de las primeras relaciones sentimentales duran poco tiempo, pero tienen un papel muy importante para aprender a conocer lo que desean de las relaciones más maduras que establecerán en el futuro.