¿Cómo manejar una discusión de pareja?
A nadie le gustan las discusiones en la vida de pareja, especialmente porque la mayoría no sabe cómo conducirlas de una manera que resulte en beneficios y soluciones, y no en peleas sin sentido por cuestiones sin importancia real. Es muy fácil terminar cometiendo errores que van empeorando la situación, lo que convierte estas discusiones en callejones sin salida. Si no quieres caer en estos errores y prefieres transformar tus discusiones de pareja en actividades más provechosas para la relación, atiende a las siguientes recomendaciones.
Deja el pasado en el pasado. Son muchos y muchas los que tratan de hacer valer sus puntos de vista convirtiendo los errores del pasado en justificaciones para el presente. Nada bueno puede salir de ese malicioso ejercicio, que trae a flote recuerdos negativos para la relación, que lastima a tu pareja y da pie a que él o ella hagan lo mismo, convirtiéndolo en un espiral de acusaciones con consecuencias desastrosas. Lo más adecuado es no sacar “los trapitos al sol”. Si aquello que sucedió ha quedado en el pasado, déjalo allí, pues se supone que ya lo han superado los dos.
Mantén siempre la calma en una discusión, recuerda que se trata de hablar y exponer ideas, no de una pelea de cuadrilátero. Casi siempre se pierden los estribos en una discusión, especialmente cuando se trata de personas de personalidad volátil, propensas a armar grandes escándalos por temas que no deberían crear mucho alboroto. Si sabes que posees algunas de estas debilidades, realiza un esfuerzo y ayuda a tu compañero o compañera a discutir con tranquilidad. Respira profundamente antes de expresar tus ideas y analiza muy bien lo que estás a punto de decir.
Respeto y cordialidad son dos aspectos que siempre deben reinar en una discusión de este tipo. No debería ser difícil recordarlo, pues si se trata de tu pareja, debería ser obvio que existe un vínculo especial entre ambos y que el respeto siempre está presente. Pero muchos pierden los cabales y terminan con peleas e insultos. Recuerda que estás en esa situación para resolver un problema con una persona con la que te sientes unida, no se trata de un enemigo al cual debes lastimar de alguna manera.
La resolución de los problemas solo se alcanza con compromiso mutuo. Una relación que da sus primeros pasos debe tener muy presente que cuando llegue la primera discusión, ambos deben estar listos, sabiendo que no se trata de un lapso negativo, sino de una oportunidad para mejorar su unión.
