Consejos para evitar que las discusiones de pareja sean algo dañino
En una relación de pareja siempre llega el momento de discutir por alguna razón. Todos lo hacen, con mayor o menor frecuencia, por temas diversos y con distintos grados de intensidad, pero es una situación por la que pasa toda relación amorosa. Estas discusiones siempre suelen verse como momentos negativos, y de hecho suelen emplearse términos como “peleas” para referirse a algo que no debería pasar de una discusión de posiciones. La idea tras estas conversaciones es exponer un desencuentro de manera que resulte en algo provechoso para el bien de la relación, y por eso te daremos algunos consejos para evitar que estas discusiones resulten en mayores daños y menores beneficios.
– Cuida el vocabulario: a veces usamos palabras sin detenernos a pensar en las consecuencias que pueden acarrear, y es muy fácil herir cuando nuestra intención era totalmente diferente. Evita usar expresiones que puedan ser malinterpretadas, o que puedan ir más allá de las acciones o situaciones que estas condenando (palabras como “siempre”, “nunca”, “jamás”, suelen ser demasiado pesadas en estas discusiones).
– Evita sacar temas del pasado: el tiempo es una constante que debe manejarse con mucho cuidado en una discusión. “Sacar los trapitos al sol” es una forma muy frecuente de expresar malestar o provocar reacciones desagradables en otra persona, y al final lo único que obtendrás es más enfado como respuesta. Concéntrate en la razón de la discusión, y no uses situaciones del pasado para ejemplificar acciones del presente.
– No grites ni permitas que te griten: los gritos no deben tener lugar en una relación de pareja, ni en discusiones ni en otras situaciones cotidianas. Gritar altera los ánimos, y evita que puedas medir tus palabras y pensar con claridad. Utiliza una voz baja y rejalada, concéntrate en el problema que quieres exponer.
– Nada de insultos: al igual que gritar, los insultos te alejaran de tu propósito, el cual debería ser expresar tu opinión sobre algo. No necesitas recurrir a palabras insultantes u otras expresiones que hacen más daño que bien, así que modera tu lenguaje. Si transmites tus ideas de una forma tranquila, es muy probable que contagies ese ánimo a tu pareja, y así todo podrá transcurrir de una mejor manera.
– Elige bien donde discutir: la naturaleza de estas discusiones suele ser de carácter privado. Por lo tanto, evita realizarlas en contextos públicos, o donde expongas la conversación a personas que no tienen que ver con el problema. Discute en casa, o en la privacidad de la alcoba, después de todo, ese es el microclima adecuado para tratar situaciones de pareja.
