¿Cuándo ceder en una relación amorosa?
Cuando llevamos ya un tiempo en una relación, el proceso de conquista habrá finalizado y uno de los miembros de la pareja que influía más poder en ella, se sentirá vencido, sabiéndose confiado de que ese tiempo ha terminado con éxito. Automáticamente su cabeza se enfocará en otra fase, la de atracción. Es muy común que durante este tiempo, ese miembro de la pareja intente hacer ceder a su pareja hacia todo lo que estime que es mejor hacer. ¿Pero cuándo ceder en una relación y no equivocarse?
Ante todo, piensa que tú eres la primera interesada o el primer interesado en realizar en la vida aquello que te haga feliz y con lo que te sientas más realizado/a. Piensa que nadie puede obligarte a que hagas algo de lo que no estás totalmente seguro/a y menos obligarte, poniendo un ultimátum a vuestro amor. El que realmente ama de verdad, es generoso, da más que recibe y no se preocupa de mostrar una buena imagen ante la pareja, engañándola con tonterías o máscaras.
Alguien que ama con todas sus fuerzas, recuerda, deja escoger y apoya al otro/ a la otra tanto en los malos como en los buenos momentos, dejando a un lado los intereses. Si una persona es demasiado insistente en algo, pregúntate ¿será realmente un interés y no un amor verdadero?
Una vez hayas considerado esto, piensa en si tu pareja te está pidiendo lo que sea que necesite, en tono de amenaza o un tono normal. Aquel o aquella que tiende la mano y que le gusta compartir, lo hará de manera natural, buscando el consenso mientras que la amenaza reflejará una actitud posesiva y que podría ocasionarte muchos problemas a la larga.
En una pareja, ambos deben de buscar el consenso, de modo que trabajéis como un equipo no como un líder que sólo busca lo mejor para su lado. Cede si por ejemplo, es de vital importancia para un miembro de tu familia o si ello implica 2º y 3º personas. Si un familiar de tu marido o pareja estable está enfermo y él necesita ir a cuidarlo, queriendo llevarte a ti a donde ellos estén, deberás apoyarlo, pero si por ejemplo la causa se apoya en que él quiere llevarte de donde estás porque te quiere aislar del mundo que conoces, eso no te hará feliz, tan sólo te irá autodestruyendo poquito a poco.
Si tu pareja al no conseguir lo que quiere, se impone, creando cambios de humor bruscos o enfados, mantente atento/a ya que podría ser un indicativo de que algo no va a ir bien en el futuro. ¿Te imaginas cuando ocurran cosas más serias por hijos o por soluciones inmediatas y que tome la revancha, haciendo que las decisiones sean puros caprichos? La vida se hará imposible.
Para que una relación amorosa sea duradera, ambos tenéis que apoyaros y lograr consenso común. La moraleja final es: cede siempre que haya un motivo justificado y siempre que el otro/otra no lo haga por autosatisfacción personal. Lograrás que tu autoestima se mantenga alta y radiante y te respetarás a ti misma, porque nada existe más placentero que el saber (que aunque al principio lo has pasado mal) ahora sigues íntegra y feliz.
