Historia de amor en el parque (I)
Historia de amor en el parque (I)
Una historia de amor en el parque siempre se recuerda… ¿o no?
Había sido en una mañana de octubre cuando ella por primera vez se había despertado con lágrimas en los ojos, y se preguntó por qué había llegado a esa conclusión, pensando en el momento en el que todo se había enfriado. ¿Sería ella? ¿Sería la nueva actitud de la familia de Luis? ¿Habría cambiado algo en el corazón de él? Su cabeza no paraba de pensar y pensar y esto le estaba causando una sensación interna de nervios que no le gustaba nada… Mientras, de nuevo, su mente quedaba en blanco, había vuelto a recordar aquellas emociones que vivió la primera vez que tuvo su historia de amor en el parque con Luis.
Fue una tarde de verano, en la que ella llevaba un vestido rojo de tirantes finos, cuando se sintió abrumada por la calor, había terminado de trabajar y su contrato finalizaba esa misma jornada, decidió que era una buena hora para ir a pasear y comenzar a pensar en el futuro, por lo que se paró en el parque cercano sin darse cuenta de que su zapato estaba a punto de romperse, quizás la ansiedad por llegar a un lugar cómodo le jugó una mala pasada.
La brisa de aire ligera que se acercaba cuando pasaba por los árboles era exquisita, por lo que fue fácil encontrar un buen sitio para sentarse. Luis, estaba en paro, por lo que todas las mañanas se dedicaba a buscar empleo y por las tardes leía en el parque, obras dedicadas a la ciencia ficción. Hoy la lectura se había hecho pesada, por lo que comenzó a tomar camino hasta el viaje de vuelta, yendo a comprar unos zumos al supermercado. Cuando iba, no pudo evitar en fijarse en la melena de ella, sedosa y larga por la cintura…
Una historia de amor en el parque que comenzó con un tropezón
Él se quedó mirándola absorto y ella estaba buscando un banco, cuando de repente la cinta de su zapato le impidió el paso, haciendo que tropezara a su lado, dándose de bruces contra el suelo (o casi) ya que Luis la tomó del brazo cuando vio que se iba a caer de manera instantánea.
-¿Estás bien?-le preguntó dubitativo-Perdona, es que vi que te ibas a dar contra el suelo…-tartamudeó, soltándole con brusquedad el brazo, por miedo a que tocarla le excitara, ya que le pareció muy atractiva.
-No pasa nada, gracias.
-Siéntate aquí, ¿te has hecho daño? ¿Quieres que te traiga algo de beber?-por una vez la miró y sintió chispas en su interior, deseando que ella le mirara con la misma intensidad.
-No, tranquilo… aunque sí me sentaré, ¡me he librado de buena!
Él observó su zapato roto, y se ofreció a arreglarlo, nunca antes había visto una persona que parecía tan bella y fuerte a la vez, creando que naciera en él una gran sensación de protección. Ella no quería darle confianzas, puesto que era una persona desconocida, pero se dejó llevar por la delicadeza que mostraba, y por primera vez anheló una caricia de esa persona que en realidad era desconocida y se sonrojó.
CONTINUARÁ….
¿Quieres saber cómo continuará la apasionada historia de amor de Luis y Natalia antes de entrar en su momento de conflicto? ¿Comprender por qué las relaciones pasan por baches fáciles de solucionar si se atienden a tiempo?
Te propongo algo: ¡dime qué te parecen las novelas por capítulos y regálame tu opinión en Facebook! ¿Qué te gustaría que pasará con Luis y Natalia? ¡Besos! Ana
