Historias reales: como ellas escaparon de las tramas oscuras de ellos
El peor rostro del amor es aquel que se revela cuando las personas que creemos que son puras de corazón y sentimientos, dan un giro a su personalidad mostrándonos la otra cara de la moneda. Hay hombres que utilizan el chantaje emocional, así como la distorsión para dar rienda suelta a sus caprichos y conseguir lo que ellos quieren, aunque de cada 10 son 3, nunca te vendrán mal un par de consejos y testimonios, para que llegado el caso, sepas escapar de una relación contaminante.
Él quiso crear una fantasía que no era real:
Laura apostó por su relación cuando se enamoró de un chico de un país diferente al de ella; ella europea (de padre inglés y madre española), él de Oriente Medio. Tras una conquista de ensueño en la que él le compraba todo lo que quería y la colmaba a atenciones y mimos, llamándola todos los días por teléfono, viajando para verla y escribiéndole cartas, de repente un día todo cambió y él se volvió más áspero. Al Lara preguntarle, él se negó a dar contestación pero comenzó a intentar demostrarle lo bonito que se lucía su país en fotografías con la intención de que ella abandonara su vida y se fuera a vivir con él.
Este tipo de hombres vivirán en un mundo repleto de egoísmo, celos y posesión, ya que tan sólo querrán llevarte a su terreno sin tener en cuentra tu personalidad o deseos. No les importará lo más mínimo mermar la calidad de tu vida (que no lleves a buen término tus proyectos), ya que tan sólo buscarán la satisfacción personal y su beneficio.
Al Lara no ceder él contestó: “O vienes o la relación se acaba” Tras un silencio de Lara, quien no podía dejar su vida en su país de origen y mil llamadas después y desaparecer, con el tiempo supo que ese hombre había conseguido casarse tras cinco años más de soltería, separándose (de forma ilegal ya que el divorcio estaba prohibido en su país natal obteniendo varias amantes.
Según Lara: “Al principio fue duro, pero después supe reaccionar y darme cuenta de mis prioridades. ¿Por qué podía apostar por un desenlace de locura y exponerme a lo desconocido y dejar el trabajo que tanto tiempo me había costado encontrar y a mi familia, que ya eran mayores?”
Lara no se resignó y ahora es madre de dos hijos en Reino Unido viviendo feliz con su pareja actual. ¿Será hora de buscar el amor que verdaderamente todas las mujeres merecen y no estar conformes con lo que sólo llena por la mitad?
