La depresión y el sexo
La depresión y el sexo son las causantes de que muchas parejas rompan a lo largo de los años, sin causa aparente. Pueden haber sido un matrimonio muy feliz durante décadas, pero de repente… algo se rompe… calando en el ritmo de vida cotidiano y también en la comunicación afectiva y sexual. Partiendo de que una persona que está sufriendo de esta dolencia no tiene ganas ni humor para hacer nada, el sexo se convierte en una terrible pesadilla para todas aquellas personas que viven en pareja y tienen además la libido por los suelos.
La vida sexual en personas con depresión, tiene diferente percepción según ellos y ellas sean hombres o mujeres. Mientras que ellas tienden a vivir su problema de manera más interna, sin exteriorizar sus preocupaciones ni pensamientos, llegando hasta a practicar sexo de manera forzada, ellos viven la depresión y el sexo como una derrota. Normalmente, cuando esto ocurre la libido no aparece, creando desesperación y frustación así como problemas de erección que no se eliminan. Aunque algunos varones puedan llegar a consumir Viagra con receta, para ayudar a reducir su malestar, debes saber que no es del todo efectivo, presentando errores de hasta un 70%, debido a que la libido no se suele arreglar de un momento a otro, ocurriendo bajadas de erección que todavía pueden acomplejarlos más y crear inseguridades futuras, desarrollando miedo a lo que podrá ocurrir, amenazando su fertilidad y masculinidad.
La depresión y el sexo, no tienen por qué verse separados, simplemente hay que reconducir lo que desea lograr, proyectar un objetivo, hacer que la persona vuelva a sentir luz y pasión en su interior, motivándola en lo que alguna vez le hizo feliz y le causó bienestar. Muchas terapias actuales trabajan el factor positivo como una gran herramienta, para hacer que los pacientes revivan e imaginen situaciones que les vuelven a aportar ganas de vivir y que despierta en sus mentes sensaciones de placer y emoción. Algunas veces hay que indagar en el carácter, así como en la perspectiva del mundo y cómo se reciben los estímulos, para averiguar qué es lo que está fallando dentro de la mente, aportando un matiz oscuro y triste en cada día.
La vida sexual de las personas con depresión en el matrimonio, no debe verse afectada. Te preguntarás ¿cómo? Es fácil. Integra diferentes juegos que no tengan que ver necesariamente con la penetración. Investiga en las caricias sexuales, tómate tu tiempo para darle un masaje a tu pareja y nunca te frustes por el otro/la otra. Si la persona con depresión nota tu desencanto se sentirá más culpable y su patología se podría agudizar. “Mejorar vida sexual” siempre es un concepto donde participan dos, así que hay que darle el mayor enfásis, siempre que los dos miembros de la pareja logren entenderse y comunicarse entre si. Si hay conflictos la mejora no llegará en el mismo instante, aunque sí aparecerá tras incorporar las terapias y ejercicios recomendados por el equipo médico y los terapeutas. Recuerda que a la hora de vivir la sexualidad, lo peor es la prisa, la ansiedad y el temor.
