¿Por qué enamorarse de los buenos lectores?
Aquellas personas que dedican buena parte de su tiempo a la literatura suelen estar rodeadas de un aire especial que resulta atractivo a muchos y muchas. No es necesario considerarse sapiosexual o sentir un fetiche particular por los libros para notar la atracción que pueden ejercer debido a sus numerosas virtudes. Este sex-appeal literario es un tema que todavía ofrece mucha tela para cortar, y por ello en Sexxologa hemos decidido contarte más.
Existen muchas razones por las que deberías considerar a una persona que lee como una buena candidata para una relación. De los libros se puede aprender mucho, pero pocas personas consideran que los conocimientos obtenidos tienen aplicaciones prácticas en el mundo real. Una de las habilidades que desarrollan los buenos lectores es la lectura profunda, que consiste en la aplicación de un proceso analítico y de reflexión continua de lo que se lee a medida que se avanza sobre el texto. Un asiduo lector puede aplicar este análisis a sus relaciones sociales y personales, convirtiéndose en una pareja potencial con gran habilidad para el entendimiento de sus vínculos amorosos y la resolución de sus problemas.
La sabiduría es una cualidad muy buscada y que no se consigue todos los días en similares contemporáneos. Esta es una de las razones por las que algunos se sienten emocional y sexualmente atraídos por personas mayores, porque asumen que pocos chicos y chicas de su edad pueden ofrecerles nuevos conocimientos. Sin embargo, alguien que ha cultivado la lectura desde la infancia puede ofrecer una sabiduría envidiable aun siendo muy joven. No te dejes guiar por etiquetas sociales.
En un mundo en constante cambio y movido por la diversidad de perspectivas, gustos y opiniones, contar con una pareja con un buen sentido de la empatía puede ser una gran ventaja. Todos cambiamos, nos transformamos constantemente, algo que se ve potenciado hoy con la velocidad con la que obtenemos nueva información. Para una pareja esto puede resultar un desafío, pues cada quien decide aceptar o no nuevas tendencias a su propio tiempo. Estas situaciones son ideales para los buenos lectores, que se han visto expuestos a esa diversidad en el mundo literario. Su experiencia en la ficción les sirve para saber cómo se sienten sus similares en el mundo real, lo que les permite adaptarse con mayor velocidad gracias al abanico de perspectivas ofrecido por la lectura.