¿Qué hacer cuando tu pareja cuando tiene un mal día?
Todas las relaciones alcanzan un momento en el que se presentan discusiones y peleas por temas insignificantes y sin sentido. El humor de cada persona varía a lo largo del día, de acuerdo a cómo se nos den las cosas en la casa, en la oficina y en la convivencia con otras personas. A veces, cuando las cosas andan mal, olvidamos que nuestra pareja es precisamente el apoyo que más necesitamos en ese momento, por lo que debemos tener muy claro cómo actuar y reaccionar para ayudarlo a superar ese difícil momento.
Si tu pareja llega luciendo muy molesto o molesta, nunca comiences diciéndole que se calme, pues solo obtendrás una reacción completamente opuesta. Decirle que se calme puede ser interpretado por él o ella como una clara señal de incomprensión, de que no estás de su lado, y que no estás poniéndote de su parte. Debes demostrar tolerancia, pídele que te cuente que ha sucedido. No asumas nada que pueda traducirse como responsabilidad de su parte, deja que cuente su versión de lo sucedido.
Deja que se exprese. A menudo, al estar molestos, todos tenemos tendencia a expresar nuestra inconformidad con un lenguaje rudo. Bajo esas circunstancias es normal que no se reflexione acerca de lo que se dice, así que deja que diga lo que tenga que decir. De esa forma, le ayudas a liberar la tensión. Eso sí, si utiliza un lenguaje inapropiado contigo, o sí llega a agredirte de cualquier forma, recuérdale que la tolerancia es mutua. Una vez finalizado el episodio, demuéstrale que estas de su lado, que quieres ayudarle, pero que la agresión es una frontera que jamás debe cruzar contigo. Si es una persona con tendencias a agredirte de cualquier forma, entonces es mejor no continuar con esa relación.
Si sabes que está molesto o molesta, debes comprender que su comportamiento es un reflejo de esas sensaciones. Si conoces el tipo de persona que es, sabrás que actúa de cierta manera bajo esas circunstancias, así que recuerda que su actitud no es culpa tuya, ni asumas que la culpa es de él o ella. Deja que esa carga de responsabilidad caiga sobre los factores externos que está acusando: la oficina, el trabajo, algún error que ha motivado su mal genio, la universidad, etc.
Finalmente, intenta llegar a la raíz del problema. Asumir que está molesto sin ninguna razón puede ser perjudicial para la futura estabilidad de la relación. Encuentra las causas del asunto y ayúdalo a superarlo. Demuestra en todo momento que estás allí por tu pareja y que quieres hacer lo necesario para ayudar. Nunca le hagas entender que está solo o sola con un problema, dale tu mano, un buen abrazo o un beso, señales inequívocas de tu lealtad.
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