Reflejos naturales y tatuajes no permanentes con henna
Hay muchas personas que son alérgicas a los tratamientos de tintes químicos, por lo que buscar una solución para ellas será un gran alivio a la hora de cuidar su imagen. La henna es una preparación herbal, muy famosa en los países de Oriente Medio y en Asia, en concreto en la India, que se utiliza no tan sólo para crear unos reflejos naturales en el cabello con ligeros tonos rojizos y caobas sino también para dibujar auténticas obras de arte en las manos, tobillos o pies para crear interesantes tatuajes temporales, que se borrarán en un plazo no mayor a quince días, según la pigmentación de la piel.
La henna se aplica en el cabello o la piel durante un tiempo máximo de tres horas, dependiendo del resultado que quieras obtener, si tan sólo deseas crearte unos reflejos, opta por dejar la preparación al menos una hora y si deseas una cobertura que muestre toda la viveza del color, intenta estar al menos dos horas y media con ella. Aunque parece mucho tiempo, el resultado merece la pena ya que tu cabello ganará en salud, terminando de una vez por todas con los cabellos frágiles y quebradizos.
Para el cabello suele prepararse mezclando unas gotitas de limón y agua con la propia henna en polvo, revolviendo todo con la ayuda de una cucharilla de plástico hasta lograr una pasta que se pueda utilizar para cubrir todo el cabello, de aspecto como “una mayonesa” de tonos verdes. (Es un ejemplo para que entiendas la textura con la que deberá quedar para que funcione) En el caso de los tatuajes, mezcla la henna con uans gotitas de zumo de limón y otras de azúcar blanco, creando la misma pasta, pero esta granulosa. Con un cono de plástico o papel albal, ve creando el dibujo a tu antojo, como si fuera una manga pastelera rellena de la henna y deja secar al aire durante 2-3 horas.
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