Soltería: ¿fracaso u oportunidad?
Existe un número abrumador de mitos y prejuicios en torno a la soltería. La percepción negativa hacia aquellos que se encuentran temporal o indefinidamente sin pareja, por elección o por diversas razones, es de larga data. Sorprende que aun hoy los solteros y solteras sean tratados abiertamente de forma peyorativa, viéndose clasificados como fracasados sentimentales o como ciudadanos incompletos, aludiendo razones sociales, culturales, legales o incluso religiosas. Aun así, para muchos, la soltería no es un mal que debe ser erradicado, como si de una enfermedad se tratara. En Sexxologa te contamos.
En términos generales, las sociedades tienen un trato diferenciado hacia la soltería dependiendo, entre otras cosas, de un rango de edades. En occidente, la soltería en una persona joven es una condición aceptada e incluso apreciada, asumiendo que durante dichos años el individuo ha concentrado sus esfuerzos es ser parte de un entorno social a través de la formación académica y profesional, labrando éxitos personales. Sin embargo, en personas maduras o mayores la soltería es ampliamente criticada, llegando a emplear para tales individuos términos profundamente peyorativos como “solteronas / solterones”.
Gran parte de los críticos de la soltería aseguran que existe un modelo que todo individuo debe seguir para finalmente encajar en términos sociales o culturales, y el noviazgo, compromiso o casamiento son pasos aparentemente ineludibles en dicho esquema. En ese sentido, cualquier persona que se salte algunos pasos del modelo ve reducidas sus oportunidades en la vida. “Después será tarde para que te cases” o “Tienes que sentar cabeza” son algunas de las frases que cualquier soltera o soltero habrá tenido que tolerar alguna vez como presión por parte de familiares y amistades.
¿Qué hay detrás de todo esto? No mucho más que la presión social de siempre para cualquiera que pretenda alejarse de la “normalidad” imperante. La soltería no lastra la vida profesional, académica o personal de nadie, y son sobrados los ejemplos que podemos encontrar con un vistazo hacia cualquier parte. Tampoco les impide abordar una relación con otra persona, especialmente con alguien que no sólo entienda su estilo de vida, sino que coincida con su punto de vista y lo comparta.
Las alternativas para la vida sexual tampoco faltan. Incluso en nuestros días una persona adulta y soltera sufre el peso de miradas de sospecha y juicios sin fundamento hacia su vida privada, como si tal esfera fuese de incumbencia pública. Las críticas sin base van de extremo a extremo: desde aquellos que asumen que la vida privada del soltero es tan sórdida que no es capaz de mantener una relación estable, hasta otros que aseguran que la soltería es sinónimo de una condena de abstinencia autoimpuesta.
Deja de lado a los críticos. La soltería es una forma de vida como cualquier otra. El orgullo hacia tu libertad y no la vergüenza es lo que debería guiar tu día a día.
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Depende de la edad
Depende!