Todo sobre la enfermedad inflamatoria pélvica
Las mujeres a lo largo de su vida tienen que vigilar su salud sexual, para evitar todo tipo de inflamaciones del aparato genital, que molesten su vida y el alcance de su placer, haciendo que cada vez sea más difícil lograr un orgasmo. Hoy te hablaré acerca de la enfermedad inflamatoria pélvica, una de las inflamaciones más serias de las Trompas de falopio, que se debe tratar a tiempo para que no haya problemas posteriores. Para entender cuanto de grave es, nos centraremos en qué son los trompas y qué funciones desempeñan.
Las trompas de Falopio facilitan el transporte de los óvulos por el extremo de las mismas desde los ovarios hasta el útero, aportando las oportunidades aptas para que se realice la fecundación. Cuando esta delicada parte del aparato reproductor femenino se inflama, por adquirir transmisiones de enfermedad sexual, se produce un gran dolor así como hinchazón en la zona baja del vientre, la menstruación puede verse afectada en algunos casos y se producirán irregulares. Esta dolencia es peligrosa si no da síntomas o si se confunde con los propios dolores de la menstruación, ya que en caso de que ocurra un embarazo, puede terminar en aborto espontáneo o incluso en complicados embarazos ectópicos.
Recuerda siempre utilizar preservativo en tus relaciones sexuales, ya que de este modo no tendrás problemas posteriores de infecciones y desarrollo de bacterias peligrosas, para el correcto equilibrio del ph de las paredes vaginales. Las duchas vaginales son uno de los métodos de limpieza más agresivos, por lo que intenta siempre limpiar tan sólo la piel exterior, la zona de la vulva cuidadosamente con un jabón neutro, siempre de delante hacia atrás y nunca de hacia atrás hacia adelante, ya que te podrías contaminar con las bacterias procedentes del ano. Las curaciones que no llegan pueden ser muy peligrosas, ya que el 90% de estas infecciones terminan en infertilidad. A la hora de escoger tu compañero sexual, intenta no acostarte con personas que sean de desconfianza, ya que podrán crear en ti una vulnerabilidad mucho más sobresaliente, exponiéndote no sólo a enfermedades de trasmisión sexual sino también a serios problemas como el herpes genital, difíciles de eliminar.
Los síntomas de esta enfermedad, suelen ser además de los dolores descritos anteriormente, un gran quemazón en la vagina, algunas veces también se puede presentar un poquito de sangre en la orina, signo de que algo no va bien. Tras la exploración el médico de cabecera podrá dirigirite al ginecólogo, dependiendo de la gravedad de tu caso, teniendo que realizar análisis y pruebas médicas para verificar que sufres esta dolencia. El tratamiento inicial será un antibiótico, aunque también será necesario aplicarse las pomadas calmantes necesarias así como tratamientos complementarios que ayudarán a curar lesiones, en el caso de que las trompas y sus conductos hayan sufrido deformaciones, pequeñas erupciones internas o complicaciones con sangrados leves. El médico será el responsable de evaluar esos daños, pudiendo hacer incluso laparoscopia, con una técnica de exploración mucho más profunda para examinar el interior del útero y las trompas. Durante el tratamiento deberás abstenerte de tener sexo, teniendo que realizar también tu pareja un análisis para ver si él está infectado con una ETS.