Aloe vera: una planta multifacética que te puede sacar de más de un problema
A veces puede resultar curioso que en un mundo donde las industrias modernas sacan cada vez con más recurrencia y mayor velocidad más productos al mercado, gracias al desarrollo de nuevas tecnologías, que estas resulten de la explotación de materias primas muy básicas, naturales, y si se quiere, rudimentarias.
En el campo de la farmacéutica, por ejemplo, los más novedosos productos de uso médico suelen derivar del descubrimiento de una propiedad, hasta ese momento desconocida, de una planta común. En la industria cosmética pasa algo similar: basta leer las etiquetas de muchos productos para descubrir mensajes donde se habla de nuevas propiedades de plantas que puedes tener en tu jardín.
Puede resultar un poco tonto si reflexionas un instante: recurrir al mercado y pagar sumas que pueden ser exageradas para obtener beneficios que tú misma podrías sacar directamente de la fuente. El Aloe vera es una de esas plantas cuyas aplicaciones han inundado el mercado en los últimos años ¿y para que pagar un centavo por algo que podrías obtener de la maceta de tu balcón? ¿Y qué pasa si la industria te miente? Puedes confiar en lo que dice la etiqueta, y terminar usando un montón de químicos sin ninguna utilidad, y que no se parecen en nada a la planta cuyos efectos dicen emular.
El Aloe vera tiene una enorme gama de usos, pasando desde los efectos curativos y renegadores, hasta la cosmética, la estética e incluso la nutrición. Es rica en una gran variedad de vitaminas y minerales, como el calcio, el magnesio, el zinc y el potasio. De allí su valor como complemento dietético en muchos lugares del mundo.
También posee propiedades antibacteriales, por lo que se emplea para combatir infecciones de todo tipo, incluyendo las afecciones respiratorias. También es frecuente su empleo para tratar el acné. Siguiendo la línea dermatológica, el cristal de la planta se usa para tratar quemaduras producidas por el sol, y hasta para tratar decoloración en la piel producida por distintas causas. En caso de heridas abiertas, sus propiedades regenerativas actúan sobre los tejidos, además de proteger la propia herida de las infecciones potenciales por la contaminación del entorno.
Muchas de estas propiedades también se emplean a nivel cosmético, y el cristal de la sábila tiene efectos positivos sobre la piel, haciéndola más tersa. Sobre el rostro y el resto del cuerpo, la sábila puede aplicarse para lograr beneficios en la lucha contra las estrías, manchas, arrugas y cicatrices. Adicionalmente, puede usarse, gracias a sus propiedades hidratantes, sobre el cuero cabelludo, y es un gran aliado para controlar la caída del cabello.
Así que la próxima vez que veas una de estas plantas, piensa en los muchos beneficios que puede darte si la tienes en tu jardín, y no te fíes demasiado de las etiquetas en los productos ¡Prueba el Aloe vera tú misma!