¡Aprende a amar tu cuerpo!
Estar conformes con nuestro cuerpo a veces resulta ser todo un desafío. Este es un fenómeno tan extendido y común que incluso personas que a simple vista podrían ser vistas como ´modélicas´ sufren trastornos de percepción que les hacen exagerar y ver defectos donde no los hay. Aprender a quererse, a valorarse en términos de intimidad y estar conformes con nuestros atributos es un paso necesario para gozar de una sexualidad plena y de una elevada calidad de vida. A continuación te explicamos cómo hacerlo.
Lo primero que debes hacer es ponerle un límite a la autocrítica. Piensa en el daño a corto plazo que te haces al exagerar con ciertos aspectos de tu cuerpo, o pregúntate por qué no resaltas en su lugar aquellas partes de las que estás orgullosa. Es necesario aprender a ver aquellos atributos que tú misma reconoces, o que otros destacan sobre ti. Por eso es importante recurrir en algunas ocasiones a amigos, parejas o familiares en los que puedas depositar tu confianza para tratar de ir más allá de lo que tú te permites ver.
Nunca utilices la publicidad ni las formas de belleza difundidas en los medios como modelo de comparación. Pensar que una modelo es un molde para el cuerpo ideal es seguir el mismo juego de distorsión que desfigura la naturalidad femenina, convirtiéndola en un producto industrial y no en un ser humano. Es bien sabido que los cuerpos plasmados en la publicidad no sólo son antinaturales, sino que implican riesgos potencialmente peligrosos para el sostenimiento de la salud y la calidad de vida de cualquier persona.
Se positiva. Siempre hay una parte de tu cuerpo con la que estas satisfecha, un ´gancho´ de seducción, tu secreto sexy para conquistar y quererte a ti misma. Utilízalo como punto de inicio, y a partir de él, realiza una lista de aquellas cosas de tu cuerpo con las que estás conforme y pregúntate por qué.
Este cuestionamiento también es válido para relativizar tu visión negativa acerca de aquellas cosas con las que no estás satisfecha. Date tiempo para pensar en estas cuestiones, y lo más seguro es que termines dándote cuenta de que eres más atractiva para ti misma de lo que habías pensado.