El que ríe de último… se siente mejor
Una persona que ríe de manera frecuente suele ser considerada como alguien que vive la vida con ligereza, sin demasiados problemas, o quizás se le vea como al payaso de la cuadra. Una cosa es saber cuándo reír y cuando no, pero abstenerse de ello puede privarte de una serie de beneficios tan amplios que te sorprenderá. La amargura no sólo te cambia el rostro y el alma, también pueden deteriorar tu salud de manera muy acelerada.
¿Sabías que la risa puede emplearse para ayudarte a sanar? La risoterapia es una estrategia psicoterapéutica que se usa como complemento de otras terapias, con la intención de ayudar al paciente a estar en sincronía con los tratamientos y enfrentar de mejor manera la enfermedad. La risa contribuye a crear un estado de ánimo favorable, que produce alegría y felicidad, condiciones que son ideales para luchar contra cualquier dolencia. Numerosos estudios no sólo respaldan los beneficios que trae a la salud el reír todos los días, sino que además indican que la risa ayuda a prevenir enfermedades.
Existen numerosas razones por las cuales se liga la risa con la conservación de la salud. Reír con frecuencia es un equivalente a muchas actividades físicas y ejercicios: aumenta el pulso cardiaco, hace trabajar los grupos musculares abdominales, combate el estrés y fortalece el sistema inmunológico. También ofrece beneficios considerables sobre el sistema cardiovascular, por lo que ayuda a prevenir el padecimiento de ataques cardiacos. Además, reír estimula la secreción de dopamina, sustancia química que eleva el estado de ánimo. Otra de las razones por las que es empleada como parte de las técnicas psicoterapéuticas es por su contribución para elevar la autoestima, permitiendo a las personas acercarse a aspectos más positivos de sí mismos, y dejando de lado las dolencias que conducirían a estados depresivos, que indudablemente empeorarían el cuadro clínico.
Las terapias de risa también se emplean con frecuencia para mejorar la capacidad de las personas para relacionarse y llevar vidas más sociables. La risa mejora la confianza, por lo que aumenta las probabilidades de que entables una conversación con un desconocido. Por lo tanto, es muy usada para mejorar estados relacionados con la fobia social y otros trastornos emocionales similares. Así que ya sabes… ¡a reír!
