La peligrosa adicción por el amor
Miedo a la soledad, ansiedad al estar lejos de la pareja, temor a que la relación llegue a su fin en cualquier momento y una sensación solo equiparable al horror al pensar en la soltería. Estos son algunos de los síntomas de la anuptafobia, un trastorno emocional que desfigura la realidad para aceptar cualquier pareja antes que permanecer en la soltería. Esta adicción por las relaciones no debe tomarse a la ligera, pues son muchos los riesgos que pueden correrse cuando se está dispuesto a tolerar lo que sea sin medir sus consecuencias.
La anuptafobia impulsa a las personas a entablar una relación tan pronto como sea posible y alargar su existencia incluso cuando dicho vínculo ya no es sostenible. Las personas que padecen este trastorno suelen verse afectadas por problemas asociados con la baja autoestima, y con frecuencia tienen una imagen muy distorsionada de sí misma. Algunas asumen que su valor depende de lo que otros vean en él o ella, y al creer que sólo pocas personas podrían sentirse atraídas, hacen lo que sea para mantenerse cerca de ellas, temiendo que no tendrán oportunidad con nadie más.
Una persona que se encuentre bajo la influencia de la anuptafobia se cerrará ante los problemas de su relación. Al aceptar a cualquier persona, el riesgo de toparse con una compañía indeseable se incrementa, pues la capacidad para elegir a un buen compañero o compañera se ve disminuida por el trastorno. Las relaciones afectadas por esta condición suelen ser dominadas por la infelicidad, la falta de comunicación efectiva y en los peores casos, por violencia doméstica, debido a la permisividad del adicto a la relación.
La obsesión por la pareja también se convierte en un problema recurrente. Poco a poco todo atisbo de aprecio personal comienza a desaparecer, pues su mundo gira en torno a él o ella. Siempre necesita saber dónde está, qué está haciendo y con quién. Al mismo tiempo, descuida sus estudios, su carrera, sus amistades y sus pasatiempos, existiendo sólo para la relación.
En la mayoría de los casos, los resultados terminan siendo opuestos a los esperados por los afectados. Al desear mantener la relación a toda costa, solo logran alejar más y más a su pareja, propiciando el rompimiento. Si crees sufrir este trastorno o conoces a alguien que pueda padecerlo, la ayuda de un especialista es fundamental para evitar que derive en problemas mayores.